Cuerdas de valentía


Había una vez una niña llamada Sofía, que estaba secretamente enamorada de un niño llamado Malino. Cada vez que lo veía, su corazón latía tan fuerte que pensaba que iba a salir volando.

Pero había un problema: Sofía tenía mucho miedo de hablarle. Sofía era una chica tímida y siempre se ponía nerviosa alrededor de las personas nuevas. Pero cuando se trataba de Malino, sus manos sudaban y sus palabras se quedaban atascadas en su garganta.

A pesar de esto, ella estaba decidida a superar su miedo y hablarle. Un día, mientras caminaba por el parque, Sofía vio a Malino sentado en un banco leyendo un libro. Respiró profundamente y decidió acercarse para decirle hola.

Pero justo cuando estaba a punto de llegar al banco, Malino se levantó y se fue sin siquiera notarla. Sofía se sintió desanimada, pero no dejó que eso la detuviera.

Sabía que necesitaba encontrar otra oportunidad para hablar con él. Entonces decidió hacer algo especial para captar su atención: aprender a tocar la guitarra. Durante semanas practicó diligentemente todos los días después de la escuela.

Sus dedos dolían por las cuerdas y algunas veces pensaba en rendirse, pero recordaba su objetivo final: hablar con Malino. Finalmente llegó el día del festival escolar donde los estudiantes podían mostrar sus talentos especiales frente a toda la comunidad escolar.

Sofía decidió inscribirse para tocar la guitarra en el escenario principal. Cuando llegó el momento de subir al escenario, Sofía se sentía muy nerviosa. Pero cuando comenzó a tocar las primeras notas de su canción favorita, algo mágico sucedió.

La música llenó el aire y todos los ojos estaban puestos en ella. Incluso Malino estaba allí, mirando atentamente mientras Sofía tocaba la guitarra con confianza y pasión. Cuando terminó su presentación, el público estalló en aplausos y ella se sintió orgullosa de sí misma.

Después del festival, Sofía se acercó tímidamente a Malino. Esta vez él la notó y le dijo: "-¡Wow! Eres increíble tocando la guitarra. Me encantaría aprender a tocar también".

Sofía sonrió tímidamente y respondió: "-Gracias, me alegra que te haya gustado mi presentación. Si quieres puedo enseñarte algunos acordes básicos para empezar". A partir de ese día, Sofía e Malino comenzaron a pasar tiempo juntos aprendiendo a tocar la guitarra.

Descubrieron que tenían muchas cosas en común y pronto se hicieron buenos amigos. Con el tiempo, el miedo de Sofía desapareció por completo y pudo hablar libremente con Malino sin sentirse nerviosa ni incómoda.

La historia de Sofía nos enseña que enfrentar nuestros miedos puede llevarnos a encontrar nuevas amistades y oportunidades emocionantes. A veces solo necesitamos un poco de valentía para superar nuestras inseguridades y alcanzar nuestros sueños.

Y así fue como Sofía encontró el coraje para hablarle a Malino gracias al poder de la música y la determinación. Juntos descubrieron que la amistad y el amor pueden florecer cuando nos atrevemos a ser nosotros mismos.

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