Cuidando la Naturaleza



En la hermosa reserva natural de JULIA en Magdalena, vivían muchos animales y plantas increíbles. El papá Andrés, la mamá Luciano, el abuelo y el tío Puma eran los encargados de cuidarla para que todos pudieran disfrutarla.

Un día, mientras paseaban por el bosque, se encontraron con un pequeño armadillo que estaba perdido. "¡Hola pequeñín! ¿Estás perdido?" preguntó la mamá Luciano con ternura. El armadillo asintió con su cabecita y comenzó a llorar.

"No te preocupes, te ayudaremos a encontrar tu camino de regreso a casa", dijo el abuelo. Entonces comenzaron una aventura en busca del hogar del armadillo.

Caminaron por muchas horas hasta llegar al río donde encontraron unas medias lunas muy sabrosas que les sirvieron para reponer energías. Mientras descansaban junto al río, escucharon unos ruidos extraños provenientes del otro lado del agua. Al acercarse descubrieron una manada de caballos salvajes que estaban atrapados entre las rocas y no podían salir.

"¡Tenemos que ayudarlos!", exclamó el papá Andrés decidido. Todos juntos trabajaron arduamente para liberar a los caballos y llevarlos sanos y salvos de vuelta a su hogar en la pradera.

Finalmente pudieron encontrar el hogar del pequeño armadillo gracias a sus habilidades como exploradores y rescatistas. La historia termina con todos reunidos alrededor de un gran asado celebrando haber ayudado a los animales y disfrutando de la naturaleza en JULIA reserva natural.

La moraleja de esta historia es que todos podemos hacer una diferencia en el mundo si ayudamos a los demás y cuidamos nuestro planeta.

FIN.

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