Cuidando nuestro mundo

Había una vez un burrito llamado Mensajero que siempre estaba al lado de Jesús de Nazaret en sus viajes.

Un día, Jesús le dijo a Mensajero que necesitaba ir al inicio de la creación del universo para entender cómo todo comenzó. Así que juntos, subieron a una nave espacial y emprendieron su emocionante viaje. Día 1: La LuzMensajero y Jesús llegaron al comienzo del tiempo, donde solo había oscuridad.

Pero entonces, Dios habló y dijo: "¡Que haya luz!". Y en ese momento, apareció un destello brillante en el cielo. Mensajero se maravilló ante la belleza de la luz y comprendió lo importante que era para iluminar nuestro mundo.

Aplicación práctica: A partir de este primer día, aprendemos la importancia de apreciar y cuidar nuestra fuente de luz natural: el sol. Debemos aprovechar su energía para reducir el uso de electricidad innecesaria y cuidar el medio ambiente.

Día 2: El CieloEn el segundo día, Dios separó las aguas del cielo y creó una bóveda entre ellas. Mensajero observaba asombrado cómo se formaban las nubes blancas en el cielo azul.

Comprendió que esas nubes eran importantes porque nos traen lluvia para regar los campos y mantener viva la naturaleza. Aplicación práctica: Siguiendo este ejemplo, debemos ser conscientes del agua que utilizamos diariamente. Podemos ahorrar agua cerrando bien las canillas después de usarlas o recolectando agua de lluvia para regar nuestras plantas.

Día 3: La Tierra y las PlantasEn el tercer día, Dios hizo que la tierra seca apareciera entre las aguas. Mensajero vio cómo brotaban hermosas flores y árboles de diferentes colores y tamaños.

Comprendió que estas plantas eran esenciales para mantener el equilibrio en nuestro planeta. Aplicación práctica: Siguiendo el ejemplo del tercer día, debemos cuidar nuestros jardines y parques.

Podemos plantar árboles y flores para ayudar a purificar el aire y crear un ambiente saludable para todos los seres vivos. Día 4: El Sol, la Luna y las EstrellasEn el cuarto día, Dios creó el sol para gobernar el día y la luna para gobernar la noche. Además, llenó el cielo de estrellas brillantes.

Mensajero quedó maravillado al ver cómo cada uno tenía su función en la naturaleza. Aplicación práctica: A partir del cuarto día, aprendemos a aprovechar la energía solar de manera responsable.

Podemos utilizar paneles solares para generar electricidad limpia en nuestros hogares o usar luces LED eficientes energéticamente. Día 5: Los Peces y las AvesEn el quinto día, Dios creó los peces en los océanos y las aves en los cielos.

Mensajero nadaba junto a los peces coloridos mientras observaba cómo las aves volaban libremente por encima de ellos. Aplicación práctica: Siguiendo este ejemplo, debemos cuidar nuestros océanos evitando arrojar basura o productos químicos en ellos.

También podemos ayudar a las aves protegiendo sus hábitats naturales y evitando el uso de pesticidas dañinos. Día 6: Los Animales y los Seres HumanosEn el sexto día, Dios creó a los animales terrestres y, finalmente, a los seres humanos.

Mensajero se encontró rodeado de una gran variedad de animales como leones, elefantes y jirafas. Luego vio cómo Dios creaba al primer hombre y la primera mujer. Aplicación práctica: A partir del sexto día, debemos cuidar todas las formas de vida en nuestro planeta.

Podemos hacerlo respetando la vida animal y evitando la caza furtiva o el tráfico ilegal de especies. También podemos promover la igualdad entre todas las personas y respetar nuestros derechos mutuos.

Día 7: El DescansoEn el séptimo día, Dios descansó después de toda su obra creadora. Mensajero entendió que también era importante tomarse un tiempo para descansar y disfrutar de la belleza del mundo que les rodeaba. Aplicación práctica: Siguiendo este último ejemplo, debemos recordar la importancia del descanso en nuestras vidas diarias.

Tomarnos un tiempo para relajarnos nos ayuda a recargar energías y apreciar todo lo que nos rodea.

Después de haber presenciado cada uno de los días de la creación, Mensajero regresó con Jesús lleno de sabiduría sobre cómo cuidar el medio ambiente. Juntos compartieron estas lecciones con todos aquellos que conocieron en sus viajes, inspirándolos a ser protectores de la creación de Dios.