Cuidando pandas en la casita del árbol



Había una vez una nena llamada Sofi, quien vivía en un bosque rodeado de árboles altos y frondosos. Un día, mientras jugaba cerca de su casita del árbol, escuchó unos ruiditos extraños que venían del otro lado del bosque.

Curiosa como siempre, decidió seguir los sonidos hasta que llegó a un claro donde encontró algo increíble: una familia de pandas bebé perdida y asustada. Sofi se acercó con cuidado y les habló suavemente para no asustarlos aún más.

Los pandas bebé parecían confiar en ella y le permitieron acariciarlos sin resistencia alguna. La pequeña Sofi sabía que los pandas necesitaban ayuda, así que decidió llevarlos a su casita del árbol para cuidarlos mejor.

Allí construyó camitas cómodas con hojas secas y les dio de comer bambú fresco todos los días. "¿Cómo te llamas?"- preguntaba Sofi a los pandas mientras les daba la comida. "Yo soy Pancho"- respondió el panda más grande.

"Y yo soy Lola"- dijo la panda hembra. "¡Hola! Yo soy Tito"- agregó el panda bebé más travieso. Sofi aprendió mucho sobre cómo cuidar a los pandas gracias a algunos libros que encontró en la biblioteca del pueblo cercano.

Además, hizo amigos nuevos al compartir sus aventuras con ellos en el bosque. Un día, cuando estaban explorando juntos el bosque, se encontraron con un cazador furtivo. El hombre quería capturar a los pandas para venderlos en el mercado negro.

Pero Sofi no permitió que eso sucediera. Con valentía y astucia, logró distraer al cazador furtivo mientras los pandas bebé escapaban a la seguridad de su casita del árbol.

Desde ese día, Sofi se convirtió en una protectora de los animales y promovió la conservación del medio ambiente para asegurarse de que todos los seres vivos tengan un hogar seguro donde puedan crecer y prosperar. Los pandas bebé encontraron un hogar amoroso gracias a la bondad y dedicación de Sofi.

Y ella, por su parte, aprendió el valor de cuidar a los demás y proteger lo que amamos.

FIN.

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