Daniel, el superhéroe del amor y la amistad
Daniel era un niño de preescolar al que le encantaba jugar, reír y hacer nuevos amigos. Siempre había sido muy cariñoso y atento con los demás, y eso lo convertía en un verdadero superhéroe.
Un día, mientras jugaba en el patio del colegio, vio a su amigo Martín triste porque se había caído y se había lastimado la rodilla. Sin dudarlo un segundo, Daniel corrió hacia él y lo ayudó a levantarse.
- ¡No llores, Martín! Yo te ayudaré a curarte, ¡verás cómo lo hago como un verdadero superhéroe! -le dijo Daniel con una gran sonrisa. Martín se secó las lágrimas y le devolvió la sonrisa.
Daniel vendó la rodilla de su amigo con mucho cuidado y lo llevó de la mano hasta la enfermería. Desde ese día, Daniel entendió que el verdadero poder de un superhéroe no está en la fuerza o en las capas, sino en el amor, la amistad y la empatía.
Decidió que sería el guardián de la felicidad de sus compañeros, cuidándolos y amándolos cada día. Así, se convirtió en el superhéroe más querido del colegio, siempre dispuesto a ayudar a quienes lo necesitaran.
La directora del colegio, al ver la nobleza de corazón de Daniel, decidió proponerle ser el presidente del Club de Amigos, donde él enseñaría a todos los niños del colegio a amarse, cuidarse y cuidar de los demás.
Con el tiempo, el Club de Amigos de Daniel se convirtió en el lugar más divertido y cariñoso del colegio, donde todos aprendían a ser verdaderos superhéroes. Daniel descubrió que el verdadero poder de un superhéroe está en hacer que los demás se sientan amados y protegidos.
Y así, cada día, Daniel demostraba que no hace falta tener súper poderes para ser un superhéroe, sino un gran corazón.
FIN.