Danna y El Reino de las Historias



Había una vez en un hermoso reino llamado Fantasilandia, una princesa llamada Danna. Siempre que caía la noche, Danna se acomodaba en su cama con su manta favorita y esperaba ansiosamente a que su mamá entrara a contarle historias mágicas.

Una noche, la mamá de Danna llegó con una sonrisa brillante.

"Hoy te traigo una historia que nunca escuchaste, pequeña princesa" - dijo mientras se sentaba al borde de la cama.

Danna, con los ojos iluminados de emoción, contestó:

"¡Sí, mamá! Cuéntame, por favor!"

"Era una vez un pequeño dragón llamado Chispa, que vivía en la ladera de una montaña. Chispa tenía un problema: no sabía volar como los demás dragones".

Danna frunció el ceño.

"¡Oh, no! ¿Qué va a hacer Chispa?"

"Chispa se pasaba el día mirando a los otros dragones volar, pero un buen día, decidió que aunque no podía volar... todavía podía ser feliz de otras formas. Así que comenzó a explorar la montaña con su gran curiosidad, ayudarte a otros animales en el camino".

Danna sonrió.

"Eso es genial, mamá. ¡Siempre hay algo bueno que hacer!"

"Exacto, cariño. Un día, mientras ayudaba a un pajarito a encontrar su camino a casa, Chispa se encontró con una tortuga que necesitaba cruzar el río. Todos los otros dragones volaban por encima, pero Chispa tuvo una idea".

Mamá se inclinó un poco más hacia Danna, como si revelara un secreto.

"Dijo: '¿Por qué no puedo nadar junto a ella?' Así que, con mucho esfuerzo, Chispa se metió al agua y ayudó a la tortuga a cruzar al otro lado".

Danna aplaudió con entusiasmo.

"¡Eso es! Me encantaría ayudar a otros como Chispa!"

"Y lo hiciste, la tortuga se convirtió en su amiga y juntos siguieron ayudando a otros animales. Chispa nunca dejó que su incapacidad para volar lo detuviera. Aprendió a hacer muchas cosas increíbles".

Danna se quedó en silencio, pensando en Chispa.

"¿Y entonces?"

"Y entonces, un día, mientras ayudaban a unos conejos a cosechar zanahorias, todos los dragones del valle fueron a mirarles, maravillados por la valentía y la bondad de Chispa. Finalmente, decidieron invitarlo a volar con ellos".

Danna se acerco más a su mamá.

"¡Y Chispa aceptó!"

"Así es, y cuando voló por primera vez con sus amigos, se dio cuenta de que, aunque todavía no sabía volar muy alto, había aprendido a ser valiente y a disfrutar de la vida de muchas otras maneras. También había enseñado a los demás que ser diferente no está mal".

Danna sonrió, pero aún tenía una pregunta.

"¿Y luego?"

"Luego, Chispa se convirtió en un gran héroe en Fantasilandia, y su historia inspiró a muchos a ayudar a los demás sin importar sus limitaciones. Y así, pequeñas aventuras llenaron el reino".

Danna se quedó pensando.

"¿Creés que yo podría ser como Chispa, mamá?"

"Por supuesto, hija. Todos tenemos algo especial que ofrecer, sin importar nuestras diferencias. La verdadera magia está en nuestros corazones y en la forma en que ayudamos a los demás".

Con los párpados pesados por el sueño y el corazón lleno de inspiración, Danna se acurrucó bajo su manta.

"Gracias por la historia, mamá" - murmuró antes de cerrar los ojos.

"Siempre estaré aquí para contarte más historias, mi pequeña princesa".

Esa noche, Danna soñó con dragones, tortugas y muchas aventuras por venir, sintiendo que cada día podía ser una nueva historia que ella misma escribiría. Y así, cada noche, con historias llenas de bondad y valentía, Danna creció para ser una princesa no solo de un reino, sino de los corazones de quienes la rodeaban.

FIN.

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