Danna y su mundo de colores



Danna era una niña con una melena larga y brillante que siempre llevaba adornada con una cinta de colores. Desde que era muy pequeña, le encantaba pintar. Pasaba horas dibujando en su cuaderno, mezclando los colores y dejando volar su imaginación por todo el papel. Pero un día, su maestra le propuso algo emocionante: participar en un concurso de pintura. Danna se emocionó tanto que no paró de dibujar ni un solo día.

Finalmente, llegó el día del concurso y Danna estaba muy nerviosa. Había muchos niños con cuadros maravillosos, pero cuando llegó su turno de exponer su obra, todos quedaron maravillados. En su pintura, había plasmado un mundo lleno de colores brillantes, en el que todos los personajes parecían estar felices. La alegría se reflejaba en cada pincelada, y el jurado quedó impresionado. Danna ganó el primer premio, y su cuadro fue exhibido en el museo de arte de la ciudad.

A partir de ese día, Danna entendió que su amor por la pintura la había llevado a cumplir un sueño, y decidió seguir pintando para transmitir alegría y esperanza a todos los que contemplaran sus obras. Desde entonces, su melena siempre estaba decorada con una paleta de colores, recordándole que la creatividad y la imaginación son la llave para abrir las puertas de un mundo lleno de posibilidades.

FIN.

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