Dante y la importancia de ser un buen amigo



Un día, Dante y su hermano decidieron ir al parque a jugar. Se subieron en sus bicicletas y pedalearon hasta llegar allí. Al llegar al parque, Dante vio a un grupo de niños que estaban jugando en el arenero.

Se acercó a ellos y les preguntó si podía unirse a su juego. "¡Hola chicos! ¿Puedo jugar con ustedes?"- preguntó Dante con una gran sonrisa en su rostro.

Los niños lo miraron por unos segundos antes de asentir con la cabeza. Dante se emocionó mucho y comenzó a jugar con ellos. Juntos construyeron castillos de arena, excavaron túneles y corrieron por todo el parque.

Mientras tanto, el hermano mayor de Dante estaba sentado en una banca cerca del arenero leyendo un libro. De repente, escuchó un grito proveniente del área de juegos. "¡Ayuda! ¡Me he lastimado!"- gritaba uno de los niños que jugaba con Dante.

El hermano mayor rápidamente dejó su libro y corrió hacia el área de juegos para ver qué había pasado. Cuando llegó, vio que uno de los niños se había caído mientras corría detrás de Dante.

Sin pensarlo dos veces, el hermano mayor levantó al niño lastimado y lo llevó hasta la enfermería del parque para que le curaran sus raspones.

Después de eso, todos los niños regresaron al juego como si nada hubiera pasado pero ahora sabían que tenían alguien en quien confiar cuando las cosas no salieran bien. Dante aprendió una valiosa lección ese día: ser amigable y jugar con otros es importante, pero también lo es estar atento a la seguridad de los demás.

Y su hermano mayor se convirtió en un verdadero superhéroe a sus ojos. Desde entonces, Dante siempre estuvo más atento a las necesidades de sus amigos y asegurándose de que todos estuvieran seguros mientras jugaban juntos en el parque. Y así, la amistad entre ellos creció aún más fuerte.

FIN.

Dirección del Cuentito copiada!