Dayana y la lección del dinero


Había una vez en un barrio tranquilo de Buenos Aires, una niña llamada Dayana a la que le encantaba contar dinero. Cada vez que su papá regresaba del supermercado, ella estaba ansiosa por ver cuánto cambio traía consigo.

Y lo más curioso es que siempre parecía haber menos dinero del esperado. Un día, mientras su papá revisaba las cuentas, se dio cuenta de que faltaba dinero.

Al principio pensó que había cometido un error, pero al seguir observando detenidamente descubrió que el dinero desaparecido coincidía con el cambio de las compras.

Se acercó a Dayana con una mirada seria y le preguntó:- Dayana, ¿sabes qué pasó con el cambio de las compras? Dayana se puso nerviosa y balbuceó: "No sé, papá. Tal vez se perdió". Pero su papá no parecía convencido y decidió investigar más a fondo. Esa misma tarde, colocó marcadores en los billetes para ver si alguno desaparecía misteriosamente.

Y para su sorpresa, al día siguiente notó que varios billetes tenían los mismos marcadores que había colocado.

Decidido a resolver el misterio, su papá llamó a Dayana y le dijo con seriedad:- Dayana, creo que sé lo que pasó con el dinero. ¿Tienes algo que contarme? Dayana bajó la mirada avergonzada y finalmente confesó: "Lo siento mucho papá, me gustaba jugar con el dinero y lo tomé sin permiso".

Su papá suspiró profundamente y le explicó lo importante que es ser honesto y respetar las pertenencias de los demás. Pero también vio una oportunidad para enseñarle una valiosa lección.

- Dayana -dijo su papá-, desde ahora en adelante te daré unas monedas para que puedas tener tu propio dinero y aprender a administrarlo correctamente. Dayana aprendió la lección y prometió nunca más tomar cosas sin permiso. A medida que crecía, se convirtió en una persona responsable y honesta, valorando la confianza de los demás sobre todas las cosas.

Y así, gracias a esta experiencia, Dayana comprendió la importancia de la honestidad y la responsabilidad en sus acciones. Siempre recordaría aquella lección cada vez que contara su propio dinero o viera el cambio de alguna compra.

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