De Hockey a Fútbol y de Regreso


Martin era un niño muy activo y le encantaba jugar al Hockey. Todos los días después de la escuela iba al parque a practicar sus tiros y pases con su palo y pelota.

Pero un día, mientras jugaba con sus amigos, su pelota se desinfló y su palo se rompió. Martin estaba muy triste porque no podía jugar más a su deporte favorito. No sabía qué hacer sin su querido palo y pelota.

Se sentía solo y aburrido en casa sin nada que hacer. Un día, mientras caminaba por el parque, Martin vio a un grupo de niños jugando al fútbol.

Les miró con envidia porque ellos tenían algo para jugar juntos mientras él no tenía nada. "¡Hola chicos! ¿Puedo unirme a ustedes?"- dijo Martin tímidamente. "¡Claro! ¡Bienvenido!"- respondieron los niños emocionados. Martin empezó a jugar al fútbol con ellos y descubrió que también le gustaba ese deporte.

Aunque era diferente al Hockey, disfrutaba correr detrás del balón e intentar marcar goles. Después de unos días jugando al fútbol, Martin decidió que quería volver a jugar Hockey pero esta vez en equipo.

Así fue como se inscribió en el equipo local de Hockey sobre césped. Al principio fue difícil adaptarse ya que tenía que aprender nuevas técnicas y estrategias, pero poco a poco fue mejorando gracias a la ayuda de sus compañeros de equipo y entrenador.

Un día durante un partido importante contra otro equipo fuerte, Martin tuvo una idea brillante para marcar el gol decisivo que les daría la victoria.

Confiando en su instinto, tomó el balón y lo lanzó con fuerza hacia el arco contrario, ¡y fue un golazo! Todos los niños del equipo se abrazaron emocionados y Martin sintió una gran alegría en su corazón.

Se dio cuenta de que no importa qué deporte juegues o qué instrumento toques, siempre puedes encontrar algo nuevo que te guste si te mantienes abierto a las oportunidades. Desde ese día en adelante, Martin siguió jugando tanto al Hockey como al fútbol y nunca volvió a sentirse solo o aburrido sin su palo y pelota.

Aprendió que la vida está llena de sorpresas y aventuras, sólo hay que estar dispuesto a explorarlas.

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