De la Torre al Trono
Había una vez una hermosa princesa llamada Ana, que vivía en un castillo rodeado de altas murallas. La princesa siempre había estado encerrada allí desde que era muy pequeña, y nunca había salido del castillo.
Un día, mientras paseaba por el jardín del castillo, Ana vio a un hombre joven y apuesto montando su caballo fuera de las murallas. Ella se acercó a la pared para verlo mejor y el joven la vio también.
Él se detuvo para hablar con ella. "¿Quién eres tú?", preguntó ella. "Me llamo Luis. ¿Y tú?""Soy Ana, la princesa", respondió tímidamente. Luis estaba sorprendido al conocer a alguien tan importante como una princesa encerrada en su propio castillo.
Decidió ayudarla a escapar. "Princesa, ¿quieres salir de aquí? Te puedo ayudar. "Ana estaba emocionada ante la idea de escapar del castillo y ver el mundo exterior. Asintió con entusiasmo y Luis comenzó a planear su fuga.
Una noche oscura, cuando todos los guardias estaban dormidos, Luis llegó al pie de las murallas con una escalera larga que le permitiría subirlas.
Subieron juntos hasta llegar al otro lado donde los esperaba un caballo blanco listo para llevarlos lejos del peligro. La princesa estaba emocionada por fin poder explorar el mundo exterior pero también preocupada por haber dejado atrás todo lo conocido durante toda su vida.
Sin embargo decidió seguir adelante junto al valiente Luis quien se convirtió en su compañero inseparable durante esa aventura. Viajaron por valles y montañas, ríos y bosques. La princesa descubrió que el mundo era mucho más grande de lo que imaginaba, con muchas personas diferentes y culturas fascinantes.
Pero un día, mientras cabalgaban por una llanura abierta, se toparon con un grupo de bandidos armados que los atacaron. Luis luchó valientemente pero fue herido en la batalla. La princesa estaba desesperada al ver a su amigo herido.
Sin embargo, recordando todas las enseñanzas de su padre sobre cómo curar heridas, ella misma lo vendó y logró salvarle la vida.
Después de ese incidente Ana comprendió la importancia del conocimiento y decidió aprender todo lo posible para poder ayudar a otras personas en situaciones similares. Con el tiempo se convirtió en una experta médica capaz de curar cualquier enfermedad o lesión.
Finalmente, después de muchos años viajando juntos por el mundo, Ana decidió regresar al castillo donde había nacido para gobernar como reina junto a su pueblo. Ahora era una mujer sabia e independiente capaz de enfrentarse a cualquier adversidad gracias a sus experiencias vividas durante su aventura fuera del castillo.
Y así fue como la princesa encerrada en un castillo se transformó en una mujer fuerte y valiente que inspiraría a muchos otros jóvenes a salir adelante sin importar qué dificultades encontraran en el camino.
FIN.