De Narco a Héroe
Había una vez un niño llamado Tomás que tenía un sueño muy extraño: quería ser el rey del narcotráfico en todo el mundo.
Desde pequeño, había escuchado historias de mafiosos y traficantes de drogas, y se sentía fascinado por su poder y riqueza. Un día, mientras jugaba en la calle con sus amigos, Tomás les contó su sueño.
Ellos lo miraron sorprendidos y le dijeron que eso estaba mal, que los traficantes hacían daño a mucha gente y que él no debería querer ser uno de ellos. Tomás se molestó mucho con sus amigos y decidió alejarse de ellos.
En cambio, buscó nuevas amistades entre los niños más mayores del barrio, aquellos que fumaban cigarrillos y hablaban sobre cosas peligrosas. Poco a poco, Tomás se fue metiendo en problemas cada vez más graves. Empezó a robar dinero para comprar drogas y armas falsas con las que jugaba a ser un mafioso.
Sus padres estaban preocupados pero no sabían cómo ayudarlo. Un día, mientras paseaba por el parque solo y triste, Tomás vio a un grupo de niños más pequeños jugando felices juntos.
Se dio cuenta de lo solo que estaba él mismo sin sus amigos antiguos. De repente recordó algo importante: cuando era pequeño había soñado con ser bombero porque quería ayudar a la gente en peligro.
¿Cómo había olvidado esa ilusión tan noble? Decidió darle una oportunidad a ese viejo sueño e investigar cómo podía hacer para convertirse en bombero. Empezó a leer libros sobre el tema y a hablar con los bomberos del barrio.
Fue entonces cuando descubrió que podía ayudar de verdad a la gente, sin hacerles daño ni causarles sufrimiento. Se sintió más feliz que nunca antes en su vida.
Tomás se dio cuenta de que había estado buscando poder y riqueza por el camino equivocado, pero ahora sabía que podía encontrar algo mucho más valioso: la satisfacción de hacer el bien. Se unió al cuerpo de bomberos voluntarios del barrio y empezó a trabajar duro para convertirse en un gran bombero.
Sus padres se sintieron muy orgullosos de él, y sus amigos antiguos lo recibieron con los brazos abiertos cuando volvió hacia ellos. Desde entonces, Tomás nunca olvidaría ese momento en el parque cuando decidió cambiar su vida para mejor.
Y aunque no se convirtió en rey del narcotráfico como había soñado alguna vez, encontró algo mucho más importante: la felicidad de hacer una diferencia positiva en la vida de otros.
FIN.