De patito feo a estrella del fútbol
Había una vez en el barrio de Wilde un grupo de niños que amaban jugar al fútbol. Todos los días se reunían en la plaza para jugar y divertirse juntos.
Entre ellos estaba Lionel, un niño muy tímido pero con un gran sueño: ser el mejor jugador del mundo. Sin embargo, había un problema. A pesar de su gran pasión por el fútbol, Lionel no era muy bueno jugando.
De hecho, era considerado el peor jugador de todo Wilde y a menudo se burlaban de él por sus malas habilidades. Un día, mientras jugaban en la plaza, llegó un famoso entrenador llamado Carlos que estaba buscando nuevos talentos para su equipo juvenil.
Los niños estaban emocionados y comenzaron a mostrar sus habilidades frente al entrenador. Cuando le tocó el turno a Lionel, todos los demás niños se rieron y lo miraron con desprecio porque sabían que no era bueno jugando al fútbol.
Pero Carlos decidió darle una oportunidad a Lionel y lo invitó a probarse en su equipo. Lionel estaba emocionado pero también tenía miedo ya que nunca antes había jugado en un equipo real.
Sin embargo, decidió aceptar la oferta del entrenador y comenzó a entrenar duro todos los días para mejorar sus habilidades. Los otros niños seguían burlándose de él pero Lionel no les prestaba atención ya que tenía una meta clara: convertirse en un gran jugador de fútbol.
Después de varios meses de arduo trabajo y dedicación, llegó el día del primer partido oficial del equipo juvenil donde Lionel iba a debutar como titular.
Todos los habitantes de Wilde estaban ansiosos por ver jugar al equipo y especialmente a Lionel, el peor jugador del barrio. El partido comenzó y en los primeros minutos, Lionel cometió varios errores que hicieron que algunos de sus compañeros se enojaran con él.
Pero entonces algo mágico sucedió: Lionel comenzó a jugar mejor y mejor, demostrando una gran habilidad para driblar y pasar el balón. Los otros niños se sorprendieron al ver la gran mejora de Lionel y los habitantes de Wilde estaban emocionados por tener un jugador local en el equipo juvenil.
Al final del partido, el equipo ganó gracias a la excelente actuación de Lionel quien marcó dos goles decisivos. Todos los otros niños lo felicitaron por su gran actuación y le pidieron disculpas por haberse burlado de él antes.
Desde ese día, Lionel se convirtió en un modelo a seguir para todos los niños del barrio. Demostró que con dedicación y trabajo duro, cualquier sueño puede hacerse realidad incluso si eres considerado el peor jugador del barrio.
FIN.