Delfina y la seguridad en su cama


Una noche, Delfina estaba acurrucada en su cama con sus peluches favoritos a su alrededor. Su mamá Mariana la había arropado bien y le había dado un beso de buenas noches.

Pero Delfina todavía tenía miedo de dormir sola. - Mamá, ¿puedes quedarte un ratito más conmigo? - preguntó Delfina. - Claro que sí, mi amor - respondió Mariana mientras se sentaba en la cama de Delfina.

Mariana comenzó a contarle una historia sobre Ana y Elsa de Frozen. Delfina estaba tan emocionada que pronto olvidó su miedo y se durmió profundamente. A la mañana siguiente, Raúl les dijo a las niñas que irían al parque para jugar juntos.

A Delfina le encantaba el parque porque podía correr libremente y jugar con otros niños. Cuando llegaron al parque, Pia fue directamente al área de juegos mientras Raúl y Mariana se pusieron cómodos en una banca cercana.

Pero Delfina seguía un poco inquieta debido a lo que había pasado la noche anterior. - Papá, ¿por qué tengo miedo de dormir sola? - preguntó Delfina preocupada. - Es normal tener miedo a veces, cariño - respondió Raúl tranquilizadoramente-.

Pero siempre puedes pedir nuestra ayuda si te sientes asustada. No estás sola nunca. Delfina pensó en las palabras reconfortantes de su papá mientras jugaba felizmente con Pia en el área de juegos. Después del parque, fueron a casa para comer pizza juntos como familia.

Después de la cena, Delfina se preparó para dormir. Mariana leyó un cuento de Minnie Mouse y luego le dio un abrazo cálido. - ¿Te sientes mejor ahora? - preguntó Mariana. - Sí, mamá - respondió Delfina sonriendo-.

Gracias por estar siempre aquí para mí. Delfina cerró los ojos sintiéndose segura y amada. Sabía que su familia estaba allí para ella siempre que la necesitara.

Y con esa tranquilidad en su corazón, se durmió felizmente esa noche y todas las noches siguientes.

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