Delfines en busca de Maravilandia
Había una vez, en un hermoso pueblo costero de Argentina, un grupo de delfines que vivían felices en el océano. Estos delfines eran muy curiosos y siempre estaban buscando nuevas aventuras.
Un día, mientras nadaban cerca de la orilla, vieron algo brillante que flotaba sobre las olas. Se acercaron con cautela y descubrieron que era una botella con un mensaje adentro.
Los delfines rápidamente se pusieron a leerlo:"Queridos delfines, les escribo desde el otro lado del mundo para contarles sobre un lugar mágico llamado Maravilandia. En este lugar hay montañas submarinas llenas de tesoros y criaturas marinas extraordinarias.
Si siguen nadando hacia el este durante tres días y tres noches, encontrarán una corriente especial que los llevará directo a Maravilandia". Los delfines se miraron emocionados y decidieron embarcarse en esta increíble aventura. Nadarían juntos hasta llegar al destino prometido por el misterioso mensaje.
Durante su travesía, los delfines encontraron muchos desafíos: tormentas furiosas que agitaban las olas, peces hambrientos intentando atraparlos e incluso alguna vez perdieron la dirección por completo. Pero cada vez que pensaban en abandonar, recordaban las palabras del mensaje y se animaban mutuamente a seguir adelante.
Después de mucho esfuerzo y perseverancia, finalmente llegaron a la corriente especial mencionada en la carta. Fue como ser llevados por un tobogán gigante bajo el agua. Los delfines se deslizaron rápidamente por la corriente, riendo y disfrutando del emocionante viaje.
Cuando salieron de la corriente, quedaron asombrados al ver un lugar increíblemente hermoso. Maravilandia era un paraíso submarino lleno de colores brillantes y criaturas marinas exóticas.
Había peces con escamas que parecían arcoíris, corales gigantes que parecían castillos y algas luminosas que iluminaban el camino. Los delfines nadaron entre las maravillas de Maravilandia durante días y días, explorando cada rincón del lugar mágico. Se hicieron amigos con los peces tropicales y jugaron a esconderse entre los corales.
Pero después de un tiempo, comenzaron a extrañar su hogar en el océano argentino. Sabían que debían regresar antes de que fuera demasiado tarde.
Con tristeza en sus corazones, los delfines se despidieron de Maravilandia y emprendieron el largo viaje de regreso a casa. Atravesaron nuevamente tormentas furiosas y evadieron a los peces hambrientos con valentía. Finalmente, llegaron a la costa argentina justo cuando el sol estaba poniéndose sobre el horizonte.
Los delfines saltaron en el aire de alegría al ver su hogar nuevamente. "¡Hemos regresado! ¡Nuestro hogar está aquí!"- exclamó uno de ellos emocionado. El pueblo costero celebró la vuelta triunfal de los valientes delfines con una gran fiesta.
Los delfines compartieron su increíble aventura con todos, inspirando a otros animales y personas a seguir sus sueños, sin importar los obstáculos que se presenten en el camino. Desde aquel día, los delfines fueron conocidos en todo el océano por su valentía y espíritu aventurero.
Y aunque siempre recordaron la belleza de Maravilandia, sabían que su hogar estaba en el mar argentino.
Y así, cada vez que los niños del pueblo costero veían a los delfines nadando en el mar, soñaban con aventuras mágicas y aprendían la importancia de nunca rendirse ante las dificultades. Fin.
FIN.