Demetrio, el dragón valiente


Había una vez en un lejano reino, un dragón llamado Demetrio. A diferencia de los otros dragones que eran valientes y activos, Demetrio era muy peresoso.

Pasaba sus días echado al sol, sin ganas de hacer nada más que dormir y comer. Un día, mientras el resto de los habitantes del reino se preparaban para celebrar la gran fiesta anual en honor al Rey, Demetrio seguía acostado en su cueva sin moverse.

Todos lo veían como una vergüenza para los dragones y nadie quería tenerlo cerca. "¡Demetrio! ¡Levántate ya! ¡Deja de ser tan peresoso!" -le gritaba su mamá con desesperación. Pero Demetrio no mostraba interés en nada.

Hasta que un día, mientras dormía plácidamente bajo un árbol, escuchó unos ruidos extraños. Al abrir sus ojos perezosos, vio a un grupo de duendes malvados saqueando el pueblo y asustando a todos los habitantes.

"¡Oh no! ¡Tenemos que hacer algo!" -exclamó uno de los aldeanos alarmado. Los demás dragones se prepararon para enfrentar a los duendes y proteger al reino, pero Demetrio seguía allí paralizado por la sorpresa. Sin embargo, algo dentro suyo despertó y decidió actuar.

Con toda la lentitud del mundo, se levantó y empezó a caminar hacia donde estaban los duendes. Los demás dragones lo miraban incrédulos mientras él avanzaba con determinación.

Cuando llegó frente a los duendes, soltó un bostezo tan fuerte que provocó un viento huracanado que los hizo salir volando lejos del reino. Todos quedaron sorprendidos por el increíble poder oculto de Demetrio.

A partir de ese día, dejaron de verlo como el dragón peresoso y lo reconocieron como un héroe valiente capaz de defenderlos cuando más lo necesitaban. Demetrio aprendió que aunque sea importante descansar y relajarse, también es fundamental estar listo para actuar cuando la situación lo requiere.

Desde entonces, se convirtió en el guardián del reino y todos valoraron su presencia tranquila pero poderosa entre ellos. Y colorín colorado este cuento del dragón peresoso ha terminado pero recuerda: nunca subestimes el potencial que hay dentro tuyo incluso si te consideran diferente a los demás.

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