Dengue y la armadura del amor



En lo profundo de la selva, vivía un mosquito muy travieso y malvado llamado Dengue. A diferencia de otros mosquitos, a Dengue le encantaba picar a los niños y causarles enfermedades.

Todos los habitantes de la selva temían sus picaduras y se escondían cada vez que lo veían volar. Un día, mientras volaba por el bosque en busca de su próxima víctima, Dengue vio a un grupo de niños jugando en un claro.

Sus ojitos brillaron con malicia al imaginar las picaduras que les provocaría. Se acercó sigilosamente y comenzó a zumbárles cerca. "¡Cuidado chicos! ¡Es Dengue, el mosquito malo! ¡Corran!", gritó uno de los niños al reconocer al insecto.

Pero antes de que pudieran escapar, Dengue empezó a picarlos uno por uno. Los niños sintieron un dolor intenso y supieron enseguida que habían sido infectados. "Jajaja, nadie puede escapar de mí", se burlaba Dengue mientras seguía picando sin piedad.

Sin embargo, algo inesperado sucedió. Uno de los niños no parecía enfermarse como los demás.

Dengue se acercó confundido y le preguntó:"¿Por qué no te afectan mis picaduras? ¿Qué tienes de especial?"El niño sonrió con ternura y respondió:"Tengo una armadura mágica que me protege del veneno de mosquitos como tú. "Dengue quedó sorprendido al escuchar esto. Nunca antes había encontrado a alguien capaz de resistir su poderoso veneno.

Intrigado, decidió seguir al niño para descubrir más sobre esa misteriosa armadura. Los dos caminaron juntos hasta llegar a un claro donde vivía la abuela del niño.

La sabia anciana les recibió con una cálida sonrisa y explicó:"Esta armadura mágica es en realidad el amor y cuidado que este niño recibe cada día en su hogar. El cariño lo hace fuerte e inmune a las cosas malas del mundo. "Dengue reflexionó sobre estas palabras y sintió algo dentro suyo cambiar.

Comprendió que lastimar a los demás no era la forma correcta de actuar y decidió pedir perdón por todo el daño causado. A partir de ese día, Dengue dejó atrás su vida como mosquito malvado para convertirse en un defensor de la salud en la selva.

Ayudaba a difundir información sobre cómo prevenir enfermedades transmitidas por mosquitos y cuidaba especialmente a los niños para asegurarse de que estuvieran sanos y felices.

Los habitantes del bosque celebraron esta transformación milagrosa y aprendieron una valiosa lección: nunca subestimar el poder del amor y la bondad para cambiar incluso al ser más malvado.

Y así, Mosquito Malo Dengue se convirtió en Mosquito Bueno Cariñoso, demostrando que siempre hay espacio para mejorar si uno está dispuesto a abrir su corazón al cambio.

FIN.

Dirección del Cuentito copiada!