Descubriendo el mundo del agua



Había una vez, en un hermoso mar azul, una pequeña gota de agua llamada Gotita. Gotita siempre soñaba con explorar más allá del mar y descubrir el mundo que se encontraba fuera de él.

Un día soleado, mientras el sol brillaba intensamente sobre el mar, Gotita decidió que era el momento perfecto para aventurarse. Saltó valientemente fuera del agua y comenzó a volar por los cielos.

Mientras volaba, Gotita se encontró con una nube blanca y esponjosa llamada Nubecita. "¡Hola Nubecita! ¿Podrías decirme qué hay más allá del mar?" preguntó emocionada. Nubecita sonrió y respondió: "-Claro que sí, Gotita. Más allá del mar hay tierras verdes, montañas majestuosas y ríos cristalinos.

"Gotita estaba fascinada con la respuesta de Nubecita. Siguiendo su camino por los cielos, llegaron a un lugar muy frío donde la temperatura bajaba cada vez más. Allí conocieron al Señor Frío. "-Hola señor Frío", saludaron ambos.

"-Hola pequeños aventureros", respondió amablemente el Señor Frío. "Aquí hace mucho frío porque estoy formando parte de una montaña cubierta de nieve".

Gotita temblaba un poco por el frío pero seguía adelante con su determinación de conocer todo lo que había más allá del mar. Finalmente, Gotita llegó a un lugar cálido y soleado lleno de árboles frondosos y flores coloridas. Allí encontró al Señor Sol, quien iluminaba el paisaje con su radiante luz.

"-¡Hola Señor Sol! ¿Podrías contarme qué es este lugar tan hermoso?" preguntó Gotita emocionada. El Señor Sol sonrió y respondió: "-Este es un valle lleno de vida. Aquí los ríos fluyen, las plantas crecen y los animales se refrescan con el agua que cae del cielo.

"Gotita quedó maravillada con la respuesta del Señor Sol. Pero pronto comenzó a sentirse pesada y cayó al suelo en forma de lluvia. Ahí fue cuando entendió que formaba parte del ciclo del agua.

Mientras Gotita se infiltraba en la tierra, escuchó una voz amigable proveniente de una planta sedienta llamada Plantita. "-¡Hola Gotita! ¡Gracias por venir a visitarme! Necesito tu ayuda para crecer fuerte y saludable".

Gotita se sintió feliz de poder ayudar a Plantita y se filtró dentro de sus raíces para nutrirla con su fresca agua. Después de un tiempo, Gotita comenzó a evaporarse lentamente bajo el cálido sol. Ascendió hacia el cielo como vapor hasta encontrarse nuevamente con Nubecita.

"-¡Hola Nubecita! ¿Recuerdas cuando te pregunté qué había más allá del mar? Ahora lo sé; hay montañas cubiertas de nieve, valles verdes y plantas sedientas", dijo orgullosa Gotita mientras se convertía en una nube blanca junto a Nubecita.

Juntas viajaron por los cielos hasta que llegaron a un lugar oscuro y tormentoso. Allí conocieron al Señor Trueno, quien les explicó que era parte de una gran tormenta.

Gotita se sentía emocionada por ser parte de algo tan poderoso y necesario para la naturaleza. Finalmente, Gotita cayó del cielo en forma de lluvia nuevamente. Esta vez, aterrizó directamente en el mar donde había comenzado su aventura.

Estaba feliz de regresar a casa y saber que siempre formaría parte del ciclo del agua. Desde ese día, Gotita siempre recordaba su viaje por tierra, aire y mar. Comprendió lo importante que era para todos los seres vivos tener agua fresca y limpia para sobrevivir.

Y así, cada vez que llovía o veían un arcoíris en el cielo, los niños recordaban la historia de Gotita y cómo ella había viajado por todo el mundo compartiendo su valiosa experiencia sobre el ciclo del agua.

FIN.

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