Descubriendo mi identidad

Camila era una niña curiosa y alegre que siempre se preguntaba quién era en realidad. Un día, mientras jugaba en el parque, conoció a un pájaro muy especial. - Hola, pequeña - dijo el pájaro con una sonrisa-.

¿Por qué esa carita triste? - Es que no sé quién soy en realidad - respondió Camila con tristeza.

El pájaro, llamado Tito, le contó que él también había tenido dudas sobre su identidad en el pasado, pero que había descubierto que lo más importante era ser fiel a sí mismo. Intrigada, Camila preguntó cómo podía hacer para descubrir su verdadera identidad. Tito le habló de un viaje mágico que emprendería para encontrar la respuesta.

- ¿Un viaje? ¡Suena emocionante! - exclamó Camila, emocionada. Tito la llevó a un bosque encantado, donde cada árbol representaba una cualidad o habilidad. Camila conoció al árbol de la valentía, al de la creatividad, al de la bondad y a muchos otros.

En cada encuentro, fue descubriendo un poco más de sí misma y de las cosas que la hacían única. Al llegar al final del viaje, Camila se encontró con un espejo mágico que reflejaba su verdadera esencia.

Allí entendió que su identidad no estaba en las cosas que hacía o en cómo lucía, sino en su corazón, en sus valores y en sus sueños. Cuando regresó a casa, Camila se sentía más segura y feliz que nunca.

Había descubierto que su identidad estaba en ser ella misma, con todo lo que la hacía especial. Desde ese día, ayudó a otros niños a emprender su propio viaje de descubrimiento y juntos aprendieron que la verdadera identidad está en ser auténtico y fiel a uno mismo.