Descubriendo mi verdadera identidad
Hubo una vez en un pequeño pueblo rodeado de montañas, donde vivía una niña llamada Luna. Luna era una niña alegre y curiosa, pero siempre se sentía incómoda con las ropas que le ponían sus padres.
Prefería usar ropa cómoda y jugar con los juguetes de su hermano. Un día, en la escuela, la maestra habló sobre la diversidad de género y Luna se dio cuenta de que ella se identificaba más con el género masculino.
Comenzó a sentirse confundida y temerosa de ser rechazada. Un día, Luna decidió hablar con su familia sobre cómo se sentía. - Mamá, papá, tengo algo importante que decirles - dijo Luna con timidez. - ¿Qué pasa, mi amor? - preguntó su mamá.
- Creo que me identifico más como un niño que como una niña. No me siento cómoda con mi cuerpo - confesó Luna con angustia. Sus padres la abrazaron y le dijeron que la amaban tal como era.
Juntos buscaron ayuda de profesionales para comprender mejor lo que Luna estaba experimentando. Con el tiempo, Luna comenzó a vestirse y comportarse de la manera que se sentía más auténtica.
A pesar de algunas dificultades y momentos de duda, Luna encontró amigos que la apoyaron y la aceptaron como era. A medida que pasaba el tiempo, Luna se dio cuenta de que lo más importante era ser fiel a sí misma. Ahora, Luna se llamaba Luca y se sentía feliz y libre.
Luca aprendió que la identidad de género es un viaje personal y que todos merecen ser respetados y amados por quienes son realmente.
FIN.