Desfile de Amistad


Era una mañana de septiembre y los amigos Máximo, Amir y Bastian estaban emocionados por el desfile patrio que se llevaría a cabo en su escuela.

Habían practicado durante semanas con sus compañeros de clase para marchar al ritmo de la banda escolar.

Mientras esperaban en la fila junto a papá Walter, un veterano de guerra, observaron cómo llegaban los demás participantes del desfile: soldados, policías y hasta un vendedor de figuritas del mundial que se acercó a ellos para ofrecerles algunos cromos. De repente, uno de los alumnos tropezó y comenzó a llorar. Los amigos rápidamente corrieron hacia él para consolarlo. "No te preocupes amigo, todos nos equivocamos alguna vez", dijo Máximo mientras le tendía la mano.

"Sí, lo importante es seguir adelante", agregó Amir. —"Exacto" , asintió Bastian. "Todos somos parte del mismo equipo". El pelotero local también estaba presente en el desfile.

Él les enseñaba a los niños pequeños cómo jugar al béisbol y siempre les recordaba que lo más importante era trabajar juntos como equipo. Mientras avanzaban por las calles decoradas con banderas argentinas, un avión de juguete llamado Canchita voló sobre sus cabezas.

Los niños se sorprendieron al verlo pero continuaron marchando con orgullo. La multitud aplaudía mientras pasaban frente a ellos. Pero entonces ocurrió algo inesperado: uno de los estudiantes se enfermó y tuvo que ser llevado al hospital.

Los amigos estaban preocupados por su amigo enfermo pero sabían que debían continuar con el desfile. "Tenemos que seguir adelante por nuestro amigo", dijo Máximo. "Así es, él nos necesita más fuertes que nunca", agregó Amir.

Los amigos y los demás estudiantes continuaron marchando con el corazón lleno de esperanza y determinación. Al final del desfile, se detuvieron frente a la multitud para cantar el himno nacional argentino mientras papá Walter levantaba la bandera en honor a su país.

Esa experiencia les enseñó a los amigos Máximo, Amir y Bastian sobre la importancia de trabajar juntos como equipo, apoyarse mutuamente en momentos difíciles y nunca rendirse ante las adversidades.

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