Despedida y Nuevos Comienzos



Era un día soleado de diciembre, y todo en el jardín de infantes 'Arcoíris de Sueños' estaba preparado para una gran fiesta. Los niños y las niñas estaban emocionados porque ese día se despedían de sus queridas tías Claudia y Ghislein y estaban listos para dar el siguiente paso hacia primero básico.

Los pequeños, con sus mochilas llenas de dibujos y recuerdos, corrían por el patio. Las tías, con grandes sonrisas, se preparaban para una tarde inolvidable.

"¿Estamos listos para la gran despedida?" - preguntó Tía Claudia mientras arreglaba los globos.

"¡Sí! ¡Vamos a hacerla épica!" - gritó Sofía, una de las niñas más risueñas.

Mientras los niños se reunían, Tía Ghislein se puso un gorro de fiesta y comenzó a contarles un cuento para recordar todos los momentos vividos.

"Había una vez una pequeña estrella llamada Lila que quería brillar más que nunca. Ella sabía que tenía que dejar su hogar en el cielo para ir a iluminar una nueva galaxia..." - comenzó Tía Ghislein, y todos los niños escucharon con atención.

Pero de repente, algo extraño sucedió. Un niño llamado Mateo, con ojos llenos de preocupación, levantó la mano.

"¿Y si a Lila le da miedo ir a la nueva galaxia?" - preguntó.

Todos se quedaron en silencio, pensando en Lila.

"Eso puede pasar, pero Lila aprendió a confiar en sus amigos que la acompañarían" - respondió con dulzura Tía Claudia. "¿Qué tal si creamos una galaxia aquí mismo?"

Los niños comenzaron a gritar ideas.

"¡Podemos hacer estrellas de papel!" - exclamó Valentina.

"Y podemos pintar el cielo con magenta y azul!" - propuso Lucas con entusiasmo.

Así, los pequeños se pusieron manos a la obra. Juntos crearon un cielo lleno de estrellas de colores por todo el patio del jardín. A medida que iban armando su obra, empezaron a intercambiar recuerdos y palabras de cariño.

"¿Te acordás cuando hicimos la obra de teatro de los tres cerditos?" - rió Mateo.

"Sí, me diste mucho miedo como el lobo. ¡Fue divertidísimo!" - contestó Valentina.

Cuando terminaron, el patio se había transformado en su propia galaxia. Todos los niños celebraron, y Tía Ghislein dijo:

"¿Ven? A veces hay que dejar lo conocido, pero eso no significa que debamos tener miedo. Siempre llevaremos con nosotros todos los sueños y amigos que hemos creado juntos."

Antes de la partida final, las tías se sentaron en un gran círculo con los niños.

"Ahora haremos una cápsula del tiempo. Cada uno puede poner algo que desee llevarse a primero básico" - sugirió Tía Claudia.

Así que todos pasaron uno a uno para dejar dentro de la caja dibujos, cartas y pequeños objetos que significaban mucho para ellos. Cuando fue el turno de Mateo, él se atrevió a sacar un papelito que tenía escrito: "Fuerza y Valientes".

"Esto es lo que quiero recordar, que aunque vayamos a un lugar nuevo, somos fuertes y valientes juntos" - dijo con voz firme.

Momentos después, llegó el momento de la despedida. Todos los niños se alinearon para decirle a sus tías lo que significaban para ellos.

"Gracias por siempre hacernos sentir en casa" - dijo Sofía con lágrimas en los ojos.

"¡Nunca los olvidaremos!" - gritaron en coro, mientras las tías abrían sus brazos para un gran abrazo.

Con risas y algunos llantos, la fiesta culminó en una canción que todos coreaban, recordando que aunque se despidieran, su amistad no se acabaría. Las tías prometieron visitarles en su camino a primero básico.

Y así, con mochilas cargadas de sueños y corazones llenos de alegría, los pequeños partieron hacia su nueva aventura, iluminando cada nuevo rincón de su galaxia con la fuerza de su amistad.

Fin.

FIN.

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