Despierta, Papá Dormilón
Había una vez un papá llamado Lucas que era conocido por ser el más dormilón de todo el pueblo. Desde que amanecía hasta que anochecía, siempre estaba con los ojos cerrados y la cabeza apoyada en su mano.
Su hija Sofía, en cambio, era todo lo contrario: llena de energía y curiosidad. Un día, Sofía decidió hacer algo para ayudar a su papá a dejar de ser tan dormilón.
Se acercó a él y le dijo: "Papá, ¿por qué duermes tanto? Hay tantas cosas divertidas que podemos hacer juntos". Lucas abrió sus ojos lentamente y miró a su hija con ternura.
"Sofía, mi querida niña", respondió, "me encantaría pasar más tiempo contigo despierto, pero últimamente he estado muy cansado". Sofía no se dio por vencida. Decidió buscar una solución para ayudar a su papá y tener más momentos especiales juntos. Investigó en libros y en internet sobre cómo tener más energía durante el día.
Un día encontró un artículo sobre la importancia de llevar una alimentación saludable y balanceada. A Sofía se le ocurrió entonces preparar comidas nutritivas y deliciosas para su papá.
Esa misma noche, mientras Lucas dormitaba en el sofá, Sofía fue a la cocina y empezó a preparar una cena especial llena de alimentos energéticos como frutas frescas, verduras coloridas y proteínas magras.
Cuando estuvo lista la comida, Sofía despertó a su papá diciendo: "¡Papá! He hecho una cena especial para ti". Lucas se levantó con una sonrisa en su rostro y juntos se sentaron a disfrutar de la deliciosa cena. A medida que pasaban los días, Sofía continuó preparando comidas saludables para su papá.
Poco a poco, Lucas comenzó a sentirse más enérgico y menos somnoliento. Juntos salían al parque, jugaban a la pelota y exploraban nuevos lugares.
Un día, mientras caminaban por el bosque, Sofía encontró un cartel que anunciaba una carrera divertida para padres e hijos. Emocionada, le mostró el cartel a su papá y le dijo: "Papá, ¡tenemos que participar en esta carrera juntos!".
Lucas dudó al principio debido a su falta de energía anterior, pero luego miró a los ojos de Sofía y vio cuánto significaba para ella. Decidió aceptar el desafío y juntos empezaron a entrenar todos los días. El día de la carrera llegó finalmente.
Lucas se sentía nervioso pero emocionado por compartir ese momento especial con su hija. Ambos estaban listos en la línea de partida junto con otros padres e hijos. La señal sonó y Sofía y Lucas corrieron tan rápido como pudieron.
Aunque no ganaron la carrera, cruzaron la meta tomados de la mano con grandes sonrisas en sus rostros. Sofía abrazó fuertemente a su papá y exclamó: "¡Papá! Estoy tan orgullosa de ti". Lucas sintió una gran alegría dentro de sí mismo al ver lo feliz que estaba Sofía.
Desde ese día en adelante, Papá Dormilón ya no era tan dormilón. Se dio cuenta de lo importante que era pasar tiempo de calidad con su hija y cómo eso le daba más energía y felicidad.
Lucas aprendió que, aunque a veces estemos cansados, siempre hay formas de recargar nuestras baterías y disfrutar de los momentos especiales con nuestros seres queridos. Y así, juntos, Papá Dormilón y su Hija Sofía vivieron muchas aventuras emocionantes y crearon recuerdos inolvidables.
FIN.