Destino Luna


Había una vez un hombre llamado Martín, que todos los días tomaba el autobús para ir a trabajar. Siempre subía al mismo colectivo, saludaba al conductor y se sentaba en su lugar favorito.

Pero un día, por error, se subió a otro autobús. Al entrar, Martín notó algo diferente. El ambiente parecía más cálido y acogedor.

Y entonces, sus ojos se encontraron con los de una mujer increíblemente hermosa: tenía la piel amarilla como el sol, el cabello blanco como la nieve y unos ojos verdes tan brillantes como esmeraldas. Martín no podía apartar la mirada de ella. Se sentó a su lado y tímidamente le dijo:- Hola, soy Martín.

¿Cómo te llamas? La mujer sonrió dulcemente y respondió:- ¡Hola! Soy Luna. ¿Tú también tomas este autobús todos los días? Y así comenzó una conversación entre Martín y Luna que duró todo el viaje.

Descubrieron que tenían gustos similares: les encantaba leer libros de aventuras y pasear por el parque en las tardes soleadas. Desde ese día, Martín decidió tomar siempre ese autobús para tener la oportunidad de ver a Luna.

Cada mañana compartían risas, historias e ilusiones mientras recorrían juntos el camino hacia sus destinos. Poco a poco, Martín se dio cuenta de que estaba enamorado de Luna. Quería pasar cada momento junto a ella y hacerla feliz.

Entonces un día, reuniendo valor, le confesó sus sentimientos:- Luna, desde que te vi en este autobús mi vida cambió por completo. Eres la luz que ilumina mis días y quiero estar contigo siempre.

Luna lo miró con cariño y le respondió:- Martín, yo también siento lo mismo por ti. Eres el compañero perfecto para mí.

Y así fue como Martín encontró al amor de su vida en un lugar inesperado: en un simple viaje en autobús donde dos corazones se cruzaron para formar uno solo lleno de alegría y complicidad. Desde entonces, Martín y Luna siguieron compartiendo sus vidas juntos, enfrentando desafíos con valentía y celebrando cada momento especial con amor incondicional.

Y colorín colorado, este cuento del encuentro mágico en un autobús ha terminado pero su historia de amor continuará creciendo día a día bajo el cielo azul donde brillan eternamente los ojos verdes de Luna reflejados en los ojos enamorados de Martín.

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