Día de aventuras en Lima



En una soleada mañana, Lucía y Facundo, dos traviesos hermanos, decidieron ir de paseo por el centro de Lima. Emocionados, se adentraron en las coloridas callecitas, maravillándose con los aromas de la comida callejera y los vendedores ambulantes.

De repente, un giro inesperado los separó. Lucía buscó a su hermano por todos lados, pero no lograba encontrarlo. Con valentía, decidió pedir ayuda a un amable señor policía.

- Señor, por favor, ¿me puede ayudar a encontrar a mi hermano? - dijo con voz temblorosa. El oficial, con amabilidad, la tranquilizó y juntos emprendieron la búsqueda. Mientras tanto, Facundo, asustado, se topó con un grupo de palomitas de maíz.

De repente, se le ocurrió la brillante idea de seguir a las palomas, seguramente lo llevarían a un lugar seguro. Con determinación y siguiendo a las aves, se aventuró por las calles. Mientras tanto, Lucía y el policía buscaban por el mercado, las plazas y hasta los parques, pero sin resultados.

Justo cuando la desesperación comenzaba a invadir a Lucía, divisó a su hermano, rodeado de palomas, en la plaza principal. Abrazándose con alivio, regresaron a casa, aprendiendo que, aunque se pierdan, siempre hay gente amable que estará allí para ayudar.

Esa tarde, compartieron emocionados su increíble aventura, prometiéndose nunca volver a separarse en la ciudad.

FIN.

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