Dianmateo la niña de las manos sucias



Dianmateo era una niña muy curiosa y creativa, a quien le encantaba explorar el mundo que la rodeaba. Sin embargo, había un detalle que preocupaba a su mamá y a su papá: Dianmateo siempre tenía las manos sucias.

No importaba cuánto se lavara las manos, parecía que siempre encontraba la manera de ensuciárselas de nuevo. Un día, mientras jugaba en el jardín, Dianmateo descubrió algo brillante entre las flores. Era una pequeña semilla que parecía estar pidiendo ayuda.

Sin pensarlo dos veces, Dianmateo decidió llevarla a su cuarto y plantarla en una maceta. Todos los días se aseguraba de regarla y cuidarla con muchísimo amor. Pronto, la semilla comenzó a crecer y convertirse en una hermosa planta.

Dianmateo se sentía muy orgullosa de su logro, pero lo que más le sorprendió fue cómo sus manos ya no estaban tan sucias como antes. La responsabilidad de cuidar de la planta le había enseñado el valor de la limpieza y el cuidado.

A partir de ese día, Dianmateo se convirtió en la niña de las manos limpias, siempre lista para cuidar de su plantita y de todo lo que la rodeaba.

FIN.

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