Diego y el secreto del baño


Había una vez un niño llamado Diego que era muy travieso y siempre estaba jugando. Aunque le encantaba divertirse, había algo que no sabía hacer correctamente: ir al baño en la escuela.

Diego siempre estaba tan ocupado jugando y explorando que se olvidaba de sus necesidades más básicas. No importaba cuántas veces su maestra, Miss Jacky, le recordara que debía ir al baño cuando tuviera ganas, él simplemente no podía dejar de jugar.

Un día, Diego aguantó tanto las ganas de ir al baño que enfermó su vejiga. Se sintió muy mal y asustado por lo que había pasado.

Fue entonces cuando decidió tomar valor y aprender a ir al baño en la escuela como todos los demás niños. Diego habló con Miss Jacky sobre su problema y ella le explicó pacientemente cómo funcionaba el proceso para usar el baño adecuadamente.

Le enseñó a reconocer las señales de su cuerpo cuando tenía ganas de hacer pis o caca y cómo pedir permiso para utilizar el baño sin interrumpir las actividades escolares. A partir de ese momento, Diego se esforzó mucho por cambiar sus hábitos.

Cada vez que sentía la necesidad de ir al baño, dejaba todo lo que estaba haciendo y se dirigía rápidamente hacia allí. A veces era difícil detenerse en medio del juego o cuando estaba muy concentrado en una tarea, pero sabía que era importante cuidar su salud.

Con el tiempo, Diego fue mejorando cada vez más. Ya no se hacía encima ni tenía problemas con su vejiga.

Se sentía orgulloso de sí mismo por haber superado ese obstáculo y por haber aprendido a escuchar las señales de su cuerpo. Un día, durante el recreo, Diego se dio cuenta de que uno de sus amigos también tenía dificultades para ir al baño en la escuela.

Recordando lo que había aprendido, decidió ayudar a su amigo enseñándole los pasos para usar el baño correctamente. Diego le explicó cómo reconocer las señales del cuerpo, cómo pedir permiso para ir al baño y cómo lavarse las manos después.

Su amigo estaba muy agradecido por la ayuda y juntos practicaron cada día hasta que ambos se sintieron cómodos usando el baño en la escuela. Desde entonces, Diego se convirtió en un ejemplo para todos los niños de la escuela.

Compartía sus conocimientos con quienes lo necesitaban y siempre recordaba a sus compañeros la importancia de cuidar su salud y no olvidarse de ir al baño cuando fuera necesario. Gracias a su valentía y determinación, Diego logró superar su problema y ayudar a otros niños en el proceso.

Aprendió una lección importante sobre responsabilidad y cuidado personal que nunca olvidaría. Y así, todos vivieron felices y sin problemas con el uso del baño en la escuela.

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