Diego y la entrega navideña



Diego era un camionero muy trabajador y responsable. Todos los días se levantaba temprano, revisaba su camión y salía a la carretera para entregar mercadería a distintas ciudades del país.

Era conocido por ser puntual y por siempre cumplir con sus entregas a tiempo. Un día, Diego recibió un pedido especial: debía entregar una carga de juguetes a un hospital infantil en la ciudad vecina.

Los niños estaban esperando con ansias esos regalos, ya que era víspera de Navidad y querían recibir algo que les alegrara el corazón. Diego cargó los juguetes en su camión con mucho cuidado y emprendió el viaje hacia el hospital.

El camino no era fácil, pero él estaba decidido a llegar sin importar los obstáculos que pudieran presentarse en el camino. Sin embargo, mientras cruzaba por un puente, una rueda de su camión se pinchó. Diego intentó arreglarla, pero se dio cuenta de que necesitaba ayuda profesional para poder continuar.

Miró la hora y notó que si no llegaba pronto al hospital, los niños quedarían sin regalos esa Navidad. Desesperado, Diego decidió pedir ayuda a un grupo de personas que pasaban por allí en ese momento.

Ellos lo ayudaron a cambiar la rueda y le dieron ánimos para seguir adelante. Con mucha determinación, Diego continuó su viaje y finalmente llegó al hospital justo a tiempo.

Los niños lo recibieron con aplausos y sonrisas al ver los juguetes que les había llevado. "¡Gracias por traernos nuestros regalos!", exclamaron emocionados los pequeños pacientes. Diego sonrió satisfecho al ver la felicidad en sus rostros y les deseó una feliz Navidad llena de amor y alegría.

Desde ese día, Diego aprendió que aunque las cosas no siempre salgan como uno espera, con esfuerzo y perseverancia se pueden superar cualquier obstáculo para llevar felicidad a quienes más lo necesitan.

Y así siguió siendo un camionero ejemplar, llevando esperanza a cada lugar al que iba con sus entregas especiales.

FIN.

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