Diego y sus sueños en Villa Feliz



Diego era un niño muy activo y divertido que vivía en un pequeño pueblo llamado Villa Feliz. Todos los días, se despertaba temprano con una sonrisa en el rostro, listo para comenzar su rutina diaria.

Una mañana, Diego se levantó y corrió a la cocina donde lo esperaba su mamá con un delicioso emparedado de jamón y queso. Diego devoró su desayuno mientras planeaba todas las aventuras que viviría ese día.

"- ¡Gracias por el emparedado, mamá! Está riquísimo", exclamó Diego antes de salir corriendo hacia su habitación para prepararse para la escuela. Después de clases, llegó el momento temido por todos los niños: hacer la tarea.

A Diego no le gustaba mucho estudiar, pero sabía que era importante si quería ser un gran futbolista como su ídolo Lionel Messi. Se sentó en su escritorio y se puso manos a la obra, concentrándose en cada ejercicio y pregunta.

"- ¡Diego, ya terminaste la tarea?" -preguntó su mamá desde la cocina. "- Sí, mamá. Ya casi termino", respondió Diego sin levantar la vista de sus libros. Finalmente, llegó la hora más emocionante del día: jugar al fútbol con sus amigos en el campo del pueblo.

Diego corría velozmente detrás de la pelota, regateando a sus compañeros y haciendo increíbles goles que hacían vibrar a toda Villa Feliz. El sol comenzaba a ponerse en el horizonte cuando decidieron dar por finalizado el partido.

"- ¡Buen juego chicos! Nos vemos mañana", gritó Diego mientras se despedía de sus amigos y corría hacia su casa para cenar con su familia. Después de una cena reconfortante, Diego se fue a dormir cansado pero feliz.

Había sido un día lleno de emociones y aprendizajes. Antes de cerrar los ojos, prometió seguir esforzándose para alcanzar sus sueños y convertirse en un gran futbolista algún día.

Y así, entre emparedados deliciosos, tareas cumplidas, partidos apasionantes y sueños por cumplir, Diego seguía creciendo feliz en Villa Feliz.

FIN.

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