Diferencias que Enamoran



Había una vez en la ciudad de Buenos Aires, dos jóvenes universitarios llamados Emily y Antonio.

Emily era una chica de piel blanca y cabello crespo, mientras que Antonio también tenía la piel blanca y ojos brillantes como el sol. Ambos formaban parte de un grupo de amigos en la universidad, pero a pesar de la química evidente que tenían, siempre negaban tener sentimientos el uno por el otro.

Un día, llegaron las vacaciones de verano y cada uno se fue por su lado a disfrutar del merecido descanso. Sin embargo, algo dentro de ellos empezó a cambiar cuando comenzaron a escribirse mensajes a través del celular.

Poco a poco, fueron compartiendo sus pensamientos más profundos, sus sueños y aspiraciones. - ¡Hola Antonio! ¿Cómo estás pasando tus vacaciones? -le escribió Emily una tarde calurosa. - Hola Emily! Estoy bien, disfrutando del sol y extrañando verte en la universidad.

¿Y tú qué tal? -respondió Antonio con entusiasmo. Así comenzaron a conversar día tras día, descubriendo lo mucho que tenían en común y lo bien que se complementaban. Se dieron cuenta de que no podían negar más los sentimientos que tenían el uno por el otro.

Una noche estrellada, decidieron encontrarse en un parque para hablar cara a cara sobre lo que estaban sintiendo. Cuando se vieron frente a frente, sus corazones latían con fuerza y una sonrisa tímida se dibujaba en sus rostros.

- Emily... creo que me he dado cuenta de algo muy importante durante estas vacaciones. Y es que... -dijo Antonio nervioso. - ¿Qué pasa, Antonio? Dime... -respondió Emily con curiosidad.

- Que te quiero mucho más de lo que imaginaba. Eres especial para mí y no quiero seguir negándolo. ¿Podríamos intentarlo juntos? -expresó Antonio con sinceridad. Emily sintió una cálida emoción invadir su corazón al escuchar las palabras de Antonio.

Sabía que también sentía lo mismo por él desde hacía tiempo. - ¡Claro que sí! Yo también siento lo mismo por ti, Antonio. Creo que juntos podemos ser felices -dijo emocionada Emily mientras abrazaba a Antonio con ternura.

Desde ese momento, comenzaron una hermosa historia de amor llena de aventuras y complicidades. Aprendieron a aceptarse tal como eran y a valorar las diferencias que los hacían únicos.

Juntos descubrieron un mundo nuevo lleno de posibilidades donde el amor florecía cada día más fuerte. Así, Emily y Antonio entendieron que no hay barreras ni prejuicios cuando se trata del verdadero amor.

Aprendieron a seguir sus corazones sin importar lo que digan los demás y descubrieron la magia de amar sin límites ni fronteras. Y colorín colorado, este cuento ha terminado pero su historia apenas estaba comenzando...

FIN.

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