Diferentes pero Juntos



Era un día soleado en la ciudad de La Alegría, y todos los niños del barrio estaban emocionados. ¡Por fin llegaba la Fiesta de las Culturas, un evento que celebraba la diversidad y la unión entre las diferentes comunidades!

Sofía, una niña de ojos brillantes, saltó de su cama muy temprano. Ella esperaba ansiosamente esta fiesta porque siempre había querido conocer más sobre las tradiciones de otros lugares.

"¡Mamá, ya me vestido! ¿Puedo ir a la fiesta?" - gritó Sofía.

"Sí, querida, pero primero desayuná!" - respondió su mamá mientras preparaba unas tostadas.

Cuando llegó al parque, Sofía se encontró con su amigo Nicolás, quien llevaba una camiseta con la bandera de su familia.

"¡Nico! ¿Viste el mapa de actividades? Podemos ir al stand de comida!" - exclamó Sofía.

"Sí, y también al taller de danzas! ¡Quiero aprender a bailar como en las fiestas de Brasil!" - contestó Nicolás, moviendo su cuerpo de un lado a otro.

A medida que avanzaban, Sofía y Nicolás se encontraron con un grupo de niños de distintas culturas. Una niña de ascendencia italiana se presentó:

"¡Hola! Yo soy Giulia. ¡Vengo a mostrarles cómo se hace la pasta casera!"

"¡Eso suena delicioso!" - respondió Sofía.

En un rincón del parque, un niño llamado Amir, que era de origen árabe, hizo un gesto invitando a todos a acercarse.

"¡Vengan a aprender sobre la caligrafía árabe! Es un arte muy bonito."

Todos se miraron y, sin dudarlo, se dirigieron al stand de Amir. Así, diferentes niños se unieron, cada uno compartiendo un poco de su cultura. Pronto, estaban todos riendo y aprendiendo juntos.

Pero sucedió algo inesperado. En medio de tanta alegría, alguien notó que el stand de Giulia había quedado vacío.

"¿Dónde está Giulia?" - preguntó Nicolás.

"No lo sé, pero deberíamos buscarla" - respondió Sofía con preocupación.

Decidieron separarse para buscarla. Sofía fue hacia el área de las danzas y ahí estaba Giulia, llorando.

"¡Giulia! ¿Qué pasó?" - le preguntó Sofía con voz suave.

"No sé cómo hacer que la gente venga a mi stand. Todos están interesados en otras cosas" - dijo Giulia con la voz entrecortada.

Sofía se sintió mal por su amiga y tuvo una idea.

"¡¿Sabés qué? ! Podemos hacer una demostración de cocina y danza juntas. ¡Yo puedo bailar mientras vos preparás la pasta!" - dijo emocionada.

Giulia sonrió por primera vez, y juntas fueron a buscar a los otros niños.

"¡Chicos! ¡Vengan a ver lo que hacemos! ¡Danza y pasta casera!" - gritó Nicolás, corriendo de un lado a otro.

La idea fue un éxito. Los niños se reunieron alrededor de su stand mientras Giulia explicaba los ingredientes y Sofía bailaba alegremente. Todos aplaudían y estaban encantados. Bailaban, reían y aprendían a hacer pasta al mismo tiempo.

"¡Esto es increíble!" - exclamó Amir. "Diferentes pero juntos, ¡eso es lo que estamos haciendo!"

La fiesta continuó, y Sofía, Nicolás, Giulia y Amir formaron un verdadero equipo. A medida que el día avanzaba, los chicos decidieron organizar una gran actuación al final de la fiesta, donde cada uno presentaría algo especial de su cultura.

Cuando llegó la hora de la actuación, el parque estaba lleno de familia y amigos. Sofía se subió al escenario junto a sus amigos.

"¡Hola a todos! Somos un grupo de amigos de diferentes culturas, y hoy queremos compartir un pedacito de cada una de nuestras tradiciones. ¡Espero que se diviertan!" - presentó Sofía con entusiasmo.

Primero, Giulia mostró cómo hacer la pasta, mientras Sofía bailaba junto a la música. Amir enseñó a los demás a escribir sus nombres en caligrafía árabe. Así, todos los chicos participaron mostrando lo mejor de sí mismos.

La fiesta finalizó con una gran ovación y viéndose entre los rostros de niños y adultos el orgullo y la alegría por la unión de culturas.

"Esto fue fantástico, chicos. ¡Deberíamos hacerlo más seguido!" - sugirió Nicolás al final del evento.

"Sí, porque juntos hacemos algo único y especial" - concluyó Sofía, sonriendo.

Cada uno de ellos volvió a casa, no solo con nuevas enseñanzas de culturas diferentes, sino también con un amigo en el corazón. La Fiesta de las Culturas había sido un momento memorable, y todos aprendieron que, aunque diferentes, juntos eran mucho más fuertes y divertidos.

FIN.

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