Difra, el lobo sabio



Había una vez un lobo llamado Difra que vivía en un bosque cerca de la ciudad. A diferencia de los otros lobos, a Difra le encantaba aprender y siempre había deseado ir a la escuela.

Pero como era un lobo, todos tenían miedo de él y nadie lo aceptaba. Un día, mientras caminaba por el bosque, Difra encontró un libro abandonado en el suelo. Lo recogió emocionado y comenzó a leerlo.

Descubrió que el libro hablaba sobre cómo los lobos podían vivir en armonía con los demás animales si aprendían a comunicarse correctamente.

Difra decidió poner en práctica lo que había aprendido del libro e hizo una visita sorpresa a la escuela del pueblo al día siguiente. Al principio, todos se asustaron al ver a un lobo entrar por las puertas de la escuela, pero Difra les explicó que solo quería aprender y hacer amigos.

La maestra de la escuela estaba sorprendida pero también impresionada por el deseo de Difra de aprender. Decidió darle una oportunidad y permitió que se quedara en la clase siempre y cuando prometiera no hacer daño a nadie. Difra fue muy cuidadoso y respetuoso con sus compañeros de clase.

Les mostró cómo podía ser amigable y juguetón sin ser peligroso. Poco a poco, los demás estudiantes comenzaron a confiar en él y se dieron cuenta de que no todos los lobos eran malvados.

Un día, mientras estaban jugando durante el recreo, uno de los niños cayó al río cercano y comenzó a ahogarse. Todos entraron en pánico, pero Difra actuó rápidamente y saltó al agua para rescatarlo.

Con su fuerza y habilidad de nadar, logró llevarlo sano y salvo hasta la orilla. Los estudiantes se dieron cuenta de que Difra era un héroe y lo trataron con aún más respeto.

Incluso organizaron una fiesta sorpresa para él en la escuela para agradecerle por salvar a su compañero. Cuando Difra regresó a casa ese día, estaba lleno de felicidad. Le contó emocionado a su mamá sobre sus aventuras en la escuela y cómo había demostrado que no todos los lobos eran malvados.

Su mamá, orgullosa de él, le dijo: "Difra, has demostrado que el conocimiento puede romper barreras y cambiar las percepciones de los demás. Siempre recuerda que tienes el poder de hacer grandes cosas".

Difra sonrió felizmente mientras se preparaba para dormir esa noche. Sabía que había encontrado su lugar en el mundo al mostrarles a todos que ser diferente no significa ser peligroso.

Desde entonces, Difra siguió asistiendo a la escuela todos los días, aprendiendo nuevas cosas y compartiendo su amor por el conocimiento con todos los animales del bosque. Y así es como un lobo llamado Difra cambió las vidas de muchos al demostrarles que la educación puede abrir puertas y derribar miedos innecesarios.

FIN.

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