Dino y el casino estelar



Había una vez en la selva un simpático dinosaurio llamado Dino, a quien le encantaba disfrutar de los deliciosos mangos que crecían en los árboles. Dino era muy curioso y siempre estaba buscando nuevas aventuras para vivir.

Una noche, mientras paseaba por la selva, Dino escuchó risas y música provenientes de un lugar misterioso. Decidió seguir el sonido y se encontró con un reluciente casino que brillaba bajo la luz de la luna. Intrigado, decidió entrar.

Dentro del casino, Dino vio a animales de todas partes jugando y divirtiéndose. Había jirafas en las máquinas tragamonedas, monos en las mesas de cartas y cebras en la pista de baile. Todos parecían estar pasándola genial.

Dino se acercó a una mesa donde estaban jugando al bingo y decidió unirse. Para su sorpresa, ¡ganó en su primera partida! Estaba tan emocionado que empezó a saltar de alegría, haciendo temblar todo el casino.

"¡Gané! ¡Gané!"- exclamaba Dino mientras los demás animales lo felicitaban y aplaudían. De repente, uno de los guardias del casino se acercó a Dino y le dijo que como premio por su victoria podría pedir un deseo especial.

Sin dudarlo ni un segundo, Dino pidió poder flotar como las nubes para ver la selva desde arriba. El guardia sonrió y agitó su varita mágica sobre Dino. En cuestión de segundos, el dinosaurio comenzó a elevarse lentamente hasta quedar suspendido en el aire.

Era una sensación indescriptible: sentirse ligero como una pluma y tener toda la selva extendida debajo suyo. Dino flotaba entre las estrellas mientras observaba cómo los árboles se mecían con el viento nocturno.

La vista era espectacular y él se sentía feliz de poder disfrutarla gracias a su deseo concedido. Después de un rato flotando, Dino decidió regresar al suelo para contarle a sus amigos animales sobre esta increíble experiencia.

Al llegar al casino nuevamente, todos lo recibieron con entusiasmo e interés por escuchar su relato. "¡Chicos! ¡Chicos! ¡Tienen que probar esto! Flotar entre las estrellas es lo más maravilloso que he experimentado"- les contaba emocionado Dino a sus amigos.

Los demás animales quedaron asombrados con la historia de Dino e inmediatamente quisieron probarlo también. El guardia del casino les concedió el mismo deseo a cada uno de ellos y pronto todos estaban flotando juntos sobre la selva en una noche mágica e inolvidable.

Desde ese día, Dino y sus amigos visitaban el casino todas las noches para recordar esa experiencia única que los había unido aún más como grupo.

Y así continuaron viviendo aventuras inolvidables mientras compartían momentos especiales bajo el resplandor de la luna en la selva encantada.

FIN.

Dirección del Cuentito copiada!
1