Dino y las bananas doradas



Había una vez un pequeño dragón llamado Dino que vivía en un bosque encantado.

A diferencia de los demás dragones, Dino tenía miedo de volar y siempre se escondía detrás de las rocas cuando veía a otros volando por el cielo. Un día, mientras exploraba el bosque, Dino encontró una lámpara mágica brillante. Curioso por saber qué había dentro, la frotó con su cola escamosa.

¡Para su sorpresa, apareció una nena valiente llamada Camila! Camila llevaba consigo un arco y flecha y estaba buscando aventuras emocionantes. Al ver a Dino asustado, decidió ayudarlo a superar sus miedos. "Hola, soy Camila. ¿Por qué estás tan asustado?"- preguntó la niña.

Dino le explicó que tenía miedo de volar porque pensaba que podía caerse y lastimarse. Camila sonrió y le dijo:"No te preocupes, juntos podemos encontrar una forma de ayudarte a superar tus temores.

"Así comenzaron su viaje en busca de soluciones para el miedo de Dino. Encontraron muchas cosas interesantes en el bosque encantado, como árboles parlanchines y flores cantoras. Pero lo más fascinante fue cuando vieron un árbol lleno de bananas doradas brillantes.

"¡Mira esas bananas! Quizás podrían ser útiles para enfrentar tu miedo", sugirió Camila entusiasmada. Dino dudoso pero decidido tomó una banana dorada del árbol y dio un bocado. De repente, su cuerpo comenzó a crecer y sus alas se volvieron más fuertes.

¡La banana mágica le dio fuerza y confianza! Con su nuevo valor, Dino decidió que era hora de intentar volar. Camila lo animó desde abajo mientras él extendía sus alas y despegaba del suelo.

¡Volaba! Dino se sentía libre y feliz en el aire. Mientras tanto, durante su viaje por el bosque encantado, encontraron una gran cantidad de monedas brillantes esparcidas por el suelo.

La niña recogió algunas y dijo:"¡Mira todo este dinero! Podríamos usarlo para ir al parque de diversiones y celebrar tu logro". Dino estaba emocionado con la idea de visitar un parque lleno de atracciones emocionantes. Juntos caminaron hasta llegar al parque de diversiones.

Una vez allí, Dino superó todos sus miedos subiendo a las montañas rusas más altas y disfrutando cada segundo. Camila también se divertía mucho junto a su amigo dragón. Al final del día, cuando regresaron al bosque encantado, Dino le agradeció a Camila por ayudarlo a superar sus temores.

"Gracias por estar siempre a mi lado y darme la confianza para volar alto", dijo Dino con gratitud en sus ojos brillantes. Camila sonrió y respondió: "Siempre estaré aquí para ti, Dino". Desde ese día en adelante, Dino nunca más tuvo miedo de volar.

Se convirtió en el dragón más valiente del bosque encantado gracias a la amistad y el apoyo de Camila. Juntos, continuaron explorando el mundo y vivieron muchas aventuras emocionantes.

Y así termina esta historia, recordándonos que los amigos pueden ayudarnos a superar nuestros miedos y alcanzar nuestras metas. Nunca subestimes el poder de la amistad y la valentía.

FIN.

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