¿Dónde están los cinco patitos?
Había una vez, en un hermoso estanque, una mamá pata con cinco patitos. Cada mañana, mamá pata les decía:
"¡Buenos días, mis patitos! Hoy vamos a jugar a contar."
Los patitos, muy emocionados, llevaban su plumón brillante y hacían "cuac cuac" mientras se alineaban.
"Vamos a contar, uno, dos, tres, cuatro, cinco," dijo mamá pata, señalando a cada uno.
Pero un día, al empezar a contar, mamá pato notó que faltaba uno.
"¿Dónde está uno de mis patitos?"
Los patitos se miraron entre ellos:
"¡No sé!"
"Quizás se fue a jugar por ahí!"
Entonces, decidieron buscarlo.
"¡Patito, ven aquí!" llamaron todos al unísono.
Buscaron en el arbusto, en la orilla, y contaron:
"Uno, dos, tres, cuatro, ¿dónde estará el quinto?"
Mientras buscaban, encontraron flores coloridas y algunos saltamontes.
"¡Contemos las flores!" propuso uno de los patitos. Contaron y dijeron:
"¡Una flor roja, dos amarillas, tres violetas!"
Después de jugar un rato, escucharon un suave —"cuac" a lo lejos.
"¡Ese es él!" exclamó mamá pata.
Todos corrieron y encontraron al patito extra disfrutando de la sombra de un árbol.
"¿Por qué no estabas con nosotros?" le preguntaron.
"¡Encontré un lugar divertido!" respondió el patito.
Mamá pata sonrió y dijo:
"Es importante estar juntos, ¡pero también puede ser divertido explorar!"
Y así los cinco patitos aprendieron que es lindo jugar juntos, pero también que a veces es divertido hacer descubrimientos por separado.
Moraleja: Jugar juntos es divertido, pero explorar el mundo también trae sorpresas.
FIN.