Draco, el pequeño dragón guardián



El pequeño dragón aprendiz, llamado Draco, estaba fascinado con los relatos de los dragones guardianes. Su mayor deseo era convertirse en uno de ellos y proteger al emperador de la tierra.

Pasaba horas y horas leyendo sobre las habilidades y responsabilidades que tenían esos poderosos seres. Un día, mientras exploraba una sección poco frecuentada de la biblioteca, Draco encontró un antiguo pergamino que hablaba sobre una prueba especial para aquellos que querían convertirse en dragones guardianes.

Según el pergamino, debía viajar a través del Bosque Encantado hasta llegar a la Montaña Prohibida y superar tres pruebas difíciles. Draco no podía creer su suerte. Esta era su oportunidad para demostrar su valentía y habilidades como dragón guardián.

Sin perder tiempo, partió hacia el Bosque Encantado. Mientras caminaba por el bosque misterioso, Draco se encontró con un elfo sabio llamado Elion.

Elion le advirtió sobre los peligros que aguardaban en el camino hacia la Montaña Prohibida y le dio algunos consejos valiosos para superar cada prueba. La primera prueba consistía en cruzar un río lleno de cocodrilos hambrientos. Con coraje y astucia, Draco utilizó sus alas para volar rápidamente sobre ellos sin ser atrapado.

La segunda prueba fue aún más difícil: enfrentarse a un laberinto oscuro lleno de criaturas espeluznantes. Pero gracias a las indicaciones precisas de Elion, Draco logró encontrar el camino correcto usando su intuición y perspicacia.

Finalmente, Draco llegó a la Montaña Prohibida, donde le esperaba la última prueba. Esta vez, debía escalar una empinada pared de roca llena de grietas resbaladizas.

Con determinación y fuerza de voluntad, Draco se aferró a cada saliente y logró llegar a la cima. Después de superar las tres pruebas con éxito, Draco se encontró frente al emperador de la tierra. El emperador estaba impresionado por su valentía y habilidades demostradas en el camino hacia la Montaña Prohibida.

"-Felicitaciones, pequeño dragón -dijo el emperador-. Has demostrado ser digno del título de dragón guardián. A partir de hoy, estarás a mi lado para proteger nuestra tierra". Draco no podía creerlo. Su sueño finalmente se había hecho realidad.

Se convirtió en un dragón guardián y trabajó diligentemente junto al emperador para mantener el equilibrio y la paz en todo el reino.

Con el tiempo, Draco se dio cuenta de que convertirse en un dragón guardián no solo requería habilidades físicas sino también sabiduría y compasión. Aprendió a escuchar a los demás, ayudar cuando era necesario y resolver conflictos pacíficamente.

La historia del pequeño dragón aprendiz resonó en todo el reino, inspirando a otros jóvenes dragones a perseguir sus sueños sin importar cuán imposibles parecieran. Y así fue como Draco se convirtió en una leyenda viviente que recordaría generación tras generación.

Desde aquel día en adelante, todos los habitantes del reino supieron que nunca debían subestimar el poder y la determinación de un pequeño dragón con grandes sueños. Y así, la ciudad del aire prosperó bajo la protección del valiente Draco y sus compañeros dragones guardianes.

FIN.

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