Dragón y la Búsqueda de Amigos



En un lejano y mágico lugar de la Tierra, existía un pequeño dragón llamado Draki. Draki era muy especial, tenía escamas de mil colores y un suave aliento de fuego que iluminaba todo a su alrededor. Sin embargo, había un problema: ¡Draki no tenía amigos!

A pesar de su alegría y su espíritu aventurero, siempre volaba solo por los cielos de Existincion, un lugar donde los dinosaurios y otras criaturas habitaban.

Un día, mientras volaba cerca de un lago brillante, Draki escuchó voces alegres. -

-Hola, ¿quiénes están ahí? -preguntó emocionado.

Al acercarse, vio a un grupo de dinosaurios jugando. Había un Triceratops llamado Trixie, una velocirapator llamada Rina y un patasaurio llamado Pat.

-¡Hola! -gritaron en coro. -¿Quieres jugar con nosotros?

Draki se sintió muy feliz, pero de repente recordó que era un dragón y no un dinosaurio. -

-No, gracias. Creo que soy muy diferente a ustedes. -dijo con tristeza.

Los dinosaurios se miraron entre sí, confundidos. -

¿Diferente? ¿Eso es malo? -preguntó Rina.

-Para mí sí. -dijo Draki. -Creo que nunca podré hacer amigos.

Trixie se acercó y dijo: -

Pero, Draki, ser diferente te hace único. ¡Mirá tus hermosas escamas! -

-Si te unís a nosotros, podrías enseñarnos a volar. -dijo Pat con entusiasmo.

Draki pensó que eso podría ser divertido, pero siguió dudando. -

No sé... ¿y si no les gusta mi forma de volar?

-¡Eso no importa! -gritó Rina. -Lo importante es que nos divirtamos juntos.

Finalmente, Draki decidió intentar. Así que voló alto y rapido, dejando una estela de luces de colores. -

-¿Vieron eso? -preguntó orgulloso. -Soy un dragón y tengo un vuelo único.

-¡Sí, eso fue increíble! -gritaron los dinosaurios. -

Desde ese día, Draki y los dinosaurios comenzaron a jugar juntos. Aprendieron cosas nuevas unos de otros:

-¡Vamos a jugar a la escondida! -sugirió Trixie.

-¡Yo me esconderé en el lago! -dijo Rina,

-¡Y yo volaré alto para encontrar a los demás! -dijo Draki con una sonrisa.

Pasaron los días y Draki descubrió que tener amigos era maravilloso. Sin embargo, un día, una gran tormenta se desató en Existincion. Los dinosaurios estaban asustados, no podían ver bien y no sabían qué hacer.

Draki, que tenía una excelente visión desde lo alto, decidió ayudar. -

-¡Yo puedo ver el camino! -gritó mientras volaba en círculos. -

Sigan mi voz y serán seguros.

Los dinosaurios lo siguieron, confiando en su amigo dragón. Con su ayuda, llegaron a una cueva protegida donde podrían refugiarse hasta que la tormenta pasara.

-¡Gracias, Draki! -dijeron todos al unísono una vez que llegaron a la cueva. -

Te debemos nuestra seguridad a vos. -

-¿Vieron? -dijo Draki con una gran sonrisa. -A veces ser diferente puede ser un gran beneficio.

Desde ese día, Draki no solo tenía amigos, sino que también era considerado un héroe. A veces, cuando miraba al cielo estrellado, recordaba su soledad, pero ahora también pensaba en la alegría que traía a sus amistades.

Y así, Draki aprendió la valiosa lección de que las diferencias pueden unir a las personas, creando lazos fuertes y duraderos.

Así terminó una nueva aventura de Dragón en Existincion, donde cada día era una oportunidad de ser diferente y de transformar esas diferencias en amistades.

Y aunque las aventuras continúan, Draki siempre recordará que lo importante no es ser igual, sino simple y verdaderamente amigo.

Fin.

FIN.

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