Dragones Unidos



Había una vez en un lejano bosque, un grupo de dragones muy especiales. Estos dragones eran diferentes a los demás, ya que cada uno tenía habilidades únicas y especiales.

Había dragones del bosque, cuyas escamas estaban cubiertas de musgo y hojas verdes; dragones del agua, con hermosas escamas azules y colas en forma de aletas; y por último, pero no menos importante, los dragones voladores con alas majestuosas.

Estos tres grupos de dragones vivían separados unos de otros en distintas partes del bosque. Los dragones del bosque se pasaban el día jugando entre los árboles y cuidando la flora y fauna que habitaba allí.

Los dragones del agua nadaban felices en el río cercano al bosque, manteniendo limpias sus aguas y protegiendo a los peces que vivían allí. Y por último, los dragones voladores exploraban el cielo con su increíble capacidad para volar.

Un día soleado, mientras cada grupo de dragones estaba ocupado realizando sus tareas diarias, algo extraño ocurrió: una pequeña dragoncita llamada Aurora se perdió en medio del bosque. Aurora era un híbrido entre un dragoncito del agua y uno volador.

Sus padres se preocuparon mucho cuando no pudieron encontrarla por ninguna parte. Los padres de Aurora decidieron pedir ayuda a los demás grupos de dragones para encontrarla. Fueron primero a buscar a los dragones del bosque e hicieron sonar su cuerno mágico para llamar su atención.

- ¡Dragones del bosque! ¡Necesitamos su ayuda! ¡Nuestra pequeña Aurora está perdida en el bosque y no sabemos dónde encontrarla! - exclamaron los padres de Aurora.

Los dragones del bosque, al oír la angustia en las voces de los demás, inmediatamente se pusieron en acción. Con su habilidad para moverse rápidamente entre los árboles, buscaron a Aurora por todo el bosque, pero no tuvieron éxito. Después de un rato, decidieron pedir ayuda a los dragones del agua.

Los padres de Aurora fueron hasta el río y llamaron a sus amigos acuáticos.

- ¡Dragones del agua! ¡Por favor ayúdennos a encontrar a nuestra hija! ¡Ella podría estar cerca del río! Los dragones del agua nadaron velozmente por todas partes buscando a la pequeña dragoncita. Revisaron cada rincón y recoveco del río, pero tampoco lograron encontrarla. Desesperados, los padres de Aurora decidieron ir donde los dragones voladores en busca de ayuda.

Subieron hasta lo más alto que pudieron y gritaron:- ¡Dragones voladores! ¡Ayuda! Nuestra hija se ha extraviado en el bosque. Necesitamos su vista aguda para encontrarla. Los dragones voladores extendieron sus alas e iniciaron una búsqueda desde el cielo.

Volaban tan alto como podían y escudriñaban cada centímetro del bosque con sus ojos afilados. Finalmente, uno de ellos divisó algo brillante entre las copas de los árboles. - ¡Aquí está ella! -exclamó emocionado uno de los dragones voladores.

Todos los dragones se reunieron en el lugar donde Aurora había sido encontrada. Estaba asustada y llorando, pero a salvo gracias a la ayuda de sus nuevos amigos.

Desde aquel día, los dragones del bosque, del agua y voladores se dieron cuenta de que juntos podían lograr cosas maravillosas. A partir de ese momento, decidieron convertirse en amigos inseparables y trabajar juntos para cuidar y proteger su hogar.

Y así es como estos dragones especiales demostraron que la amistad y la cooperación son fundamentales para superar cualquier desafío. Juntos aprendieron a valorar las habilidades únicas de cada uno y cómo trabajando en equipo podían hacer cosas increíbles.

Desde entonces, el bosque estuvo más limpio gracias a los dragones del agua, las plantas crecieron más sanas con la ayuda de los dragones del bosque, y el cielo siempre estaba lleno de coloridas figuras realizadas por los dragones voladores.

Y así vivieron felices todos juntos, compartiendo aventuras y enseñando a otros animales sobre la importancia de trabajar en equipo para cuidar nuestro querido planeta.

FIN.

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