Dreams and Teachings


Había una vez un niño llamado Lucas que asistía a la Escuela Primaria Nuestra Señora del Rosario. Lucas era un chico muy curioso y soñador, siempre estaba buscando nuevas aventuras y aprendizajes en su día a día.

Un día, mientras jugaba en el patio de la escuela, Lucas conoció a María, una niña con cabello largo y rizado que le llamó mucho la atención. Desde ese momento, Lucas no podía dejar de pensar en ella.

La encontraba tan valiente y decidida que se preguntaba qué sería cuando fuera grande. Lucas volvió a su casa ese día lleno de ideas revoloteando en su cabeza.

Al llegar, se sentó junto a su mamá para contarle todo sobre María y cómo admiraba su personalidad. Su mamá sonrió y le dijo: "Lucas, es maravilloso tener inspiraciones en nuestra vida.

¿Por qué no piensas en lo que te gusta hacer y cómo podrías ayudar a los demás?"Aquella noche, Lucas decidió explorar sus intereses. Sabía que le gustaba dibujar e inventar historias fantásticas con sus amigos imaginarios. También disfrutaba ayudando a los demás cuando estaban tristes o necesitaban apoyo.

Al día siguiente en la escuela, durante el recreo, Lucas se acercó nuevamente a María para contarle sobre sus reflexiones nocturnas. "-¡María! He estado pensando mucho sobre lo que quiero ser cuando sea grande", exclamó entusiasmado.

María miró fijamente a Lucas con curiosidad mientras movía su coleta de pelo rizado hacia atrás. "¿Ah sí? ¿Y qué has descubierto?". Lucas tomó aire y respondió con determinación: "-Quiero ser un maestro como Miss Laura.

Ella nos enseña tantas cosas interesantes y siempre nos anima a seguir nuestros sueños". María sonrió ampliamente y le dio un abrazo a Lucas. "-¡Eso es fantástico, Lucas! Ser un maestro es una hermosa vocación. Tú tienes el corazón lleno de bondad, estoy segura de que serás increíble en eso".

A partir de ese momento, Lucas se dedicó aún más a sus estudios y a aprender todo lo que podía sobre diferentes temas para compartir su conocimiento con los demás.

Además, comenzó a ayudar a sus compañeros en la escuela cuando tenían dificultades o necesitaban apoyo emocional. Con el tiempo, Lucas se convirtió en uno de los alumnos más queridos por sus compañeros y profesores.

Su pasión por enseñar era evidente en cada clase que dictaba durante las actividades recreativas. Cuando finalmente llegó el último día de clases antes del receso escolar, todos los niños se reunieron alrededor del árbol navideño para intercambiar regalos y despedirse hasta el próximo año.

Justo antes de irse, María se acercó a Lucas con una caja envuelta en papel dorado. "Lucas, esto es para ti", dijo mientras le entregaba el regalo. Lucas abrió la caja emocionado y encontró un libro titulado "El mejor maestro del mundo".

Mirando fijamente a María, le preguntó sorprendido: "-¿Cómo supiste que quiero ser maestro?"María rió suavemente. "Lucas, desde el primer día que nos conocimos, pude ver en tus ojos la pasión por enseñar y ayudar a los demás.

Quiero que siempre recuerdes lo especial y talentoso que eres". Lucas abrazó a María con gratitud y prometió seguir sus sueños de convertirse en un maestro ejemplar.

Sabía que no importaba si era llamado Lucas o María, lo importante era ser fiel a sí mismo y hacer lo que amaba. Y así, Lucas se convirtió en un gran maestro. Inspiró a muchos niños a seguir sus pasiones y nunca dejar de soñar.

Siempre recordaría aquel encuentro con María como el momento en el cual descubrió su verdadero propósito en la vida: enseñar y llenar el mundo de amor y conocimiento.

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