Dreams Come True



Había una vez dos hermanitas llamadas Isabella y Yhanka que vivían en una pequeña casa rodeada de un hermoso jardín. A ellas les encantaban los animales, pero especialmente los gatitos.

Cada vez que veían uno, sus ojos se iluminaban de emoción. Un día, mientras paseaban por el parque cerca de su casa, encontraron a una mamá gata junto a sus adorables gatitos recién nacidos.

Isabella y Yhanka no podían contener su alegría al ver esos pequeños seres animals. "¡Mira, Yhanka! ¡Son tan lindos! ¿Podemos llevar uno a casa?", exclamó emocionada Isabella. Yhanka también estaba fascinada con los gatitos y respondió: "Sí, sí, por favor Eduardo, déjanos tener uno. Prometemos cuidarlo muy bien".

Eduardo era el papá de las niñas y sabía lo mucho que amaban a los animales. Sin embargo, él tenía algunas preocupaciones sobre tener un gatito en casa.

"Chicas, sé lo emocionadas que están por estos gatitos tan adorables", dijo Eduardo con calma. "Pero debemos considerar varias cosas antes de tomar una decisión". Isabella y Yhanka miraron a su papá con caritas tristes pero aún llenas de esperanza. Eduardo continuó: "Tener una mascota es una gran responsabilidad.

Necesitan atención y cuidado todos los días. Además, tenemos que asegurarnos de poder brindarle todo lo necesario para su bienestar".

Las niñas escucharon atentamente las palabras de su papá y comprendieron que debían demostrarle que eran capaces de cuidar a un gatito antes de tomar una decisión. "Papá, prometemos que nos haremos cargo del gatito. Lo alimentaremos, lo bañaremos y jugaremos con él todos los días", dijo Isabella decidida.

Yhanka agregó: "También podemos investigar cómo criar adecuadamente a un gato y aprender sobre sus necesidades". Eduardo sonrió al ver la determinación de sus hijas y decidió darles una oportunidad. "Está bien, chicas. Si están dispuestas a asumir la responsabilidad de cuidar a un gatito, podemos intentarlo.

Pero recuerden, es importante ser constantes en el cuidado y amor hacia nuestra nueva mascota". Las niñas saltaron emocionadas mientras abrazaban a su papá. Estaban felices por la oportunidad que les había dado.

Así comenzó una nueva aventura para Isabella, Yhanka y Eduardo. Juntos fueron al parque donde habían visto a los gatitos para adoptar uno. Escogieron al más juguetón y cariñoso de todos.

Le pusieron el nombre —"Pelusita"  porque su pelaje era tan suave como las nubes en el cielo. Desde ese día, Pelusita se convirtió en parte de la familia. Isabella y Yhanka cumplieron todas sus promesas.

Cuidaron de Pelusita como si fuera un miembro más de la familia, le dieron comida saludable, jugaron con él todos los días e incluso le enseñaron algunos trucos divertidos. Con el tiempo, las niñas aprendieron mucho sobre los animales y la importancia de ser responsables. Comprendieron que los animales necesitan amor, cuidado y respeto.

Isabella, Yhanka y Pelusita se convirtieron en grandes amigos y crearon recuerdos maravillosos juntos.

Las niñas estaban agradecidas por la oportunidad que les había dado su papá de tener un gatito, pero también sabían que era gracias a su compromiso y dedicación que tenían una mascota feliz y saludable. Y así, Isabella y Yhanka demostraron que con amor, paciencia y responsabilidad, cualquier sueño puede hacerse realidad.

FIN.

Dirección del Cuentito copiada!