Dreams Unmasked


Había una vez un niño llamado Andrés, que tenía 10 años y vivía en una hermosa casita junto a sus padres. Aunque era muy valiente durante el día, tenía un gran miedo: dormir solo en su habitación.

Andrés siempre había compartido su cuarto con su hermano mayor, pero ahora que este se había ido a estudiar a la universidad, le tocaba enfrentar la noche en soledad.

Sus padres intentaron explicarle que ya era lo suficientemente grande para dormir solo, pero él no podía evitar sentirse inseguro. Una noche, sus padres decidieron darle una oportunidad y lo dejaron solo en su cama. Andrés se acurrucó bajo las sábanas y cerró los ojos con fuerza.

Sin embargo, pronto comenzó a escuchar extraños ruidos provenientes de debajo de la cama. - ¿Quién está ahí? -preguntó asustado Andrés. De repente, todos los peluches que adornaban su habitación cobraron vida y se transformaron en monstruos horribles.

Los peluches gigantes tenían dientes afilados y garras largas como cuchillos. - ¡Te vamos a comer! -rugieron los peluches monstruosos mientras avanzaban hacia Andrés. El pequeño niño estaba petrificado de miedo. No sabía qué hacer ni cómo enfrentar aquella situación tan espantosa.

Pero justo cuando todo parecía perdido, recordó algo muy importante: los sueños pueden ser engañosos.

Con toda la valentía que pudo reunir dentro de sí mismo, Andrés cerró los ojos nuevamente y se repitió a sí mismo una y otra vez que aquello no era real, solo era un sueño. Respiró profundamente e imaginó una luz brillante que emanaba de su corazón y rodeaba su cuerpo.

Cuando volvió a abrir los ojos, todos los peluches habían vuelto a ser tiernos y adorables como siempre. No había rastro de monstruos en su habitación.

Andrés se dio cuenta de que había superado sus miedos y aprendido una lección importante: aunque la oscuridad puede asustar, siempre podemos encontrar la valentía dentro de nosotros mismos para enfrentar nuestros temores. Desde aquel día, Andrés ya no tuvo miedo de dormir solo. Aprendió a controlar sus pensamientos negativos y recordar que todo lo malo que pudiera imaginar solo existía en su mente.

Sus padres estaban muy orgullosos de él y lo felicitaron por haber encontrado el coraje para enfrentar sus pesadillas. A partir de entonces, Andrés disfrutó cada noche en su habitación, rodeado de sus amados peluches.

Y así, nuestro pequeño protagonista descubrió que dentro de él había un héroe capaz de vencer cualquier miedo. Y tú también puedes hacerlo si confías en ti mismo y te atreves a enfrentar tus propios monstruos imaginarios.

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