Dulce y su sueño en el campo



Dulce era una niña curiosa y alegre que vivía en la bulliciosa ciudad. A pesar de todos los juegos y entretenimientos que la ciudad ofrecía, Dulce sentía que algo le faltaba.

No se conformaba con ver tantos edificios grises y escuchar el constante ruido del tráfico. Lo que realmente anhelaba era vivir en el campo, donde pudiera disfrutar de la naturaleza, observar mariposas, jugar con los animalitos y abrazar los árboles.

Aquel era su sueño, tener una casita en el campo. Un día, mientras contemplaba el atardecer desde su ventana, Dulce decidió que era momento de idear un plan para hacer realidad su deseo. - Mamá, papá, ¿podemos hablar? - preguntó Dulce con entusiasmo.

Sus padres se acercaron y asintieron con una sonrisa. - Estaba pensando que podríamos pasar más tiempo juntos en el campo. Me encantaría tener una casita rodeada de árboles y flores, ¿qué les parece? - dijo Dulce emocionada.

Sus padres se miraron con complicidad y luego le explicaron que también anhelaban vivir en un lugar más tranquilo. Juntos idearon un plan para hacer realidad el sueño de Dulce. Trabajaron arduamente, ahorrando cada centavo, hasta que finalmente lograron comprar un terreno en el campo.

La familia se mudó y construyeron la casita de sus sueños. Ahora, Dulce disfrutaba de largos paseos por el campo, recogiendo flores, jugando con los animales y respirando aire puro. Estaba feliz de haber perseverado en la búsqueda de su sueño.

Aprendió la importancia del esfuerzo y la perseverancia para alcanzar las metas. Además, comprendió que trabajar en equipo y compartir los sueños con sus seres queridos era fundamental para lograr la felicidad.

Desde entonces, cada vez que veía el campo, recordaba que había logrado hacer realidad su sueño, y eso la impulsaba a seguir soñando en grande.

FIN.

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