Eclipse de Amor
Hace mucho tiempo, en el cielo brillante y azul, vivían dos astros muy especiales: el Sol y la Luna. Ellos se veían desde lejos y siempre se admiraban mutuamente, pero nunca habían tenido la oportunidad de conocerse bien.
Un día, el Sol decidió que tenía que hacer algo para acercarse a su amada Luna. Entonces, ideó un plan para encontrarse con ella durante los eclipses.
Así fue como empezaron a verse más seguido y hablar sobre sus vidas y sueños. "Hola Luna ¿cómo estás hoy?" preguntaba el Sol en cada eclipse. "Estoy bien gracias Sol ¿y tú? ¿Cómo ha sido tu día?" respondía la Luna feliz por verlo.
Y así pasaron muchos eclipses juntos hablando sobre lo que les gustaba hacer durante el día, las cosas que les emocionaban y los lugares que querían conocer. Pero un día algo extraño sucedió: durante un eclipse total, el Sol no pudo ver a la Luna.
Estaba preocupado porque pensó que quizá ella había dejado de querer verlo o peor aún ¡que había desaparecido! El sol buscó por todo el cielo sin éxito hasta encontrar una pequeña estrella fugaz llamada Estrellita quien le dijo:"No te preocupes Sol, la luna está bien pero esta noche está descansando".
El sol estaba aliviado al saber que su amada estaba bien aunque triste porque no había podido verla esa noche. Pensó en cómo podría ayudarla a descansar mejor y entonces tuvo una idea maravillosa.
Al siguiente eclipse parcial llevó consigo unos hermosos rayos dorados creados especialmente para iluminar el camino de la Luna durante sus noches de descanso. La luna se sintió tan agradecida por este gesto que decidió hacer algo especial para el Sol también.
Durante el siguiente eclipse total, la Luna apareció con un hermoso manto blanco y plateado hecho especialmente para su amado Sol.
El sol estaba muy emocionado al verla y le dijo:"Luna, eres lo más hermoso que he visto en mi vida. Me haces sentir feliz cada vez que te veo". La Luna sonrió y respondió: "Tú también eres hermoso Sol, me haces sentir segura y protegida cuando estamos juntos".
Desde ese día en adelante, el Sol y la Luna se hicieron inseparables. Ya no esperaban solo los eclipses para encontrarse sino que se reunían todas las noches para iluminar el cielo juntos.
Así aprendieron que aunque a veces estén separados, siempre pueden encontrar una manera de estar juntos si realmente se quieren. Y así es como ellos mantienen vivo su amor hasta nuestros días.
FIN.