Eddy y el Gran Viaje de la Imaginación



Un día soleado en un pequeño barrio de Buenos Aires, Eddy se despertó emocionado. Hoy era un día especial: él y su padre, Stan, habían planeado una aventura. Stan siempre decía que la imaginación era tan poderosa como cualquier destino. "Eddy, ¿estás listo para nuestra gran excursión?" - preguntó Stan al entrar a la habitación. "¡Sí! ¿Adónde vamos?" - respondió Eddy mientras se vestía rápidamente.

Stan sonrió. "Hoy vamos a explorar el Parque de la Aventura. Pero recordá, lo más importante es usar nuestra imaginación."

Al llegar al parque, Eddy vio un gran espacio verde lleno de colinas, árboles y caminos. "¿Dónde comenzamos, papá?" - preguntó Eddy. "Vamos a aquella colina, pero imagina que es la cima de una montaña muy alta, ¿qué ves allí?" - sugirió Stan.

Eddy cerró los ojos y al abrirlos dijo: "¡Veo un dragón volando entre las nubes!" -.

"¡Increíble, Eddy! ¿Y qué hace el dragón?" - preguntó Stan, entusiasmado. "Está buscando su tesoro perdido... En el fondo del lago azul profundo!" - dijo Eddy, apuntando a la laguna que tenía delante.

Entonces, los dos decidieron que debían ayudar al dragón. "Vamos a buscar el tesoro antes de que el dragón se aburra de volar y se vaya a casa," - dijo Stan.

Comenzaron a caminar hacia la laguna, cuando de repente, se encontraron con una familia de patos. "El dragón debe tener una razón para no haberse acercado a la laguna," - reflexionó Stan. "¿Qué podés creer que hay aquí abajo?" -

Eddy pensó por un momento. "Quizás el dragón tiene miedo de asustarlos. Deberíamos hablar con ellos primero." - La idea de Eddy era muy sabia, así que se acercaron con calma.

"Hola, patitos. ¿Han visto algún dragón alrededor de aquí?" - preguntó Eddy con voz suave.

Los patos miraron confundidos. "¿Dragón? ¡Nunca hemos visto uno, pero nos gustaría! La última vez que vimos un espectáculo fue cuando los pájaros hicieron un festival de pintura." - dijo el pato mayor.

Eddy y Stan fueron a buscar a los pájaros, pensando que tal vez ellos podrían ayudar. En el camino, Eddy observó a un grupo de niños jugando. Se nota que estaban contentos haciendo lo que más les gusta.

"Eddy, ¿y si hacemos que ellos se conviertan en nuestros amigos y los invitemos a la búsqueda?" - sugirió Stan. Eddy asintió, encantado con la idea.

"¡Hola, chicos! Estamos buscando el tesoro del dragón, ¿quieren venir?" - gritó Eddy.

Los niños estaban muy emocionados. "¡Sí! ¡Vamos!" - dijeron mientras corrían hacia ellos. Con más amigos en la aventura, se dirigieron juntos hacia la laguna, preparados para descubrir el tesoro.

Cuando llegaron, comenzaron a buscar. "Quizás el dragón escondió su tesoro bajo la piedra más grande," - sugirió uno de los amigos. Todos comenzaron a levantar piedras y a escarbar en la arena, llenos de alegría.

Después de un buen rato, encontraron una caja antigua, llena de cosas brillantes y coloridas. "¡Lo encontramos!" - gritó un amigo. Todos comenzaron a saltar de emoción.

Stan miró a Eddy y sonrió. "Esto no es solo un tesoro, Eddy. Este es el resultado de trabajar juntos, de usar nuestra imaginación, y de hacer nuevos amigos." -

Eddy se sintió feliz. "Sí, no se trata solo de el dragón, sino de compartir esta aventura con ustedes. ¡Se siente genial!" - añadió.

Llegó la hora de volver a casa y Eddy se despidió de sus nuevos amigos, prometiendo que irían a más aventuras juntos. "Gracias por ayudarme a encontrar el tesoro del dragón, papá. ¡Fue lo mejor!" - dijo Eddy mientras caminaban de regreso. "Siempre recordá, Eddy, en la vida, las mejores aventuras vienen cuando usamos nuestra imaginación y nos unimos a otros." - respondió Stan.

Eddy sonrió y se sintió lleno de ideas nuevas para sus próximas aventuras. Como siempre, se fue a casa con el corazón repleto de momentos felices, listo para contar su historia a quien quisiera escucharla.

FIN.

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