El Abogado Inquebrantable



Era un día soleado en la ciudad de Buenos Aires, cuando el abogado James Hetfield llegó a su oficina. Con su maletín en mano y una gran sonrisa, recibió a su nuevo cliente, un joven llamado Tomás que estaba en problemas. Tomás necesitaba ayuda porque había sido acusado de robar un perro de una vecina.

"- ¡Hola, Tomás! Estoy aquí para ayudarte! ¿Qué pasó exactamente?" dijo James con confianza.

"- Me encontraron cerca de la casa de Doña Rosa, y ella dice que yo le robé a su perro. ¡Pero yo no lo hice!" exclamó Tomás, angustiado.

A medida que James comenzó a investigar el caso, las cosas no parecían claras. Tomás le explicó que estuvo en el parque y que un perro se le acercó, pero no le contó que estaba en una pelea con su amigo sobre quién debería quedarse con el perro.

Días antes del juicio, James se sentía preocupado. "- Tomás, creo que necesito que me digas toda la verdad. "

"- Lo juro, no hice nada malo. Solo quise ayudar al perro. "

Sin embargo, la duda comenzó a atormentar a James. ¿Y si Tomás no le había contado toda la historia? Sabía que defender a alguien que posiblemente estaba mintiendo podría poner en peligro su carrera y su reputación.

En el juicio, la sala estaba llena de curiosidad. La abogada de Doña Rosa presentó su caso con gran seguridad.

"- ¡Tienen que ver las pruebas! Este chico estuvo cerca de la casa justo cuando el perro desapareció. "

James se daba cuenta de que estaba en una situación difícil. Fue entonces cuando decidió hacer algo inesperado. Durante un receso, se acercó a Tomás por el pasillo del juzgado.

"- Necesito que hablemos, Tomás. Quiero ayudarte, pero necesitas ser honesto conmigo. "

"- Bueno, la verdad es que yo estaba allí con mi amigo, pero no creí que eso fuera importante... "

"- ¡Es muy importante! Tú sabes que la honestidad es la mejor herramienta en estos casos. "

James, entonces, decidió hacer un esfuerzo adicional. Hizo que el amigo de Tomás, Julián, se presentara al juicio.

"- No sabía si iba a ser útil. " confesó Julián.

James le preguntó:

"- ¿Estuviste con Tomás el día del incidente?"

"- Sí, estábamos jugando y el perro vino corriendo a nosotros. Tomás ni siquiera lo tocó. "

El juez, complacido con la nueva información, llamó a Doña Rosa.

"- ¿Es cierto que su perro se escapaba a menudo y estas son solo suposiciones?"

Doña Rosa se quedó callada, y el ambiente se tornó tenso.

Finalmente, el tribunal comprendió que Tomás no había cometido ningún delito. La situación dio un giro inesperado gracias a la valentía de James para buscar la verdad, y el valor de Tomás en sincerarse con su abogado. Con la incertidumbre disipada, el juez dictó sentencia y Tomás fue declarado inocente.

"- ¡Gracias, James!" gritó Tomás, con lágrimas de alegría.

"- No es solo mi esfuerzo, sino el tuyo al ser honesto, lo que nos permitió ganar. Siempre valora la verdad, porque es lo que realmente importa. " dijo James sonriendo.

Desde ese día, Tomás aprendió una lección valiosa sobre la importancia de ser sincero, y James Hetfield continuó defendiendo con valentía a quienes realmente lo necesitaban, reafirmando su reputación como un abogado de gran honor y justicia.

FIN.

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