El abrazo más grande del mundo

Había una vez en el bosque de hojas verdes, un árbol muy especial llamado Grandote. Grandote era un árbol muy alto y frondoso que siempre estaba lleno de energía y alegría.

Una de las cosas que más le gustaba a Grandote era abrazar a todos los seres del bosque. A Grandote le encantaba mostrar su afecto a través de abrazos cálidos y reconfortantes.

Un día, Grandote recibió una visita inesperada de sus amigos del bosque: Hojita, Brotecito, Ramita, Palito y Semillita. Ellos le contaron a Grandote que estaban tristes porque no se sentían queridos por los demás seres del bosque. Grandote, con su enorme corazón, decidió hacer algo al respecto.

Les propuso a sus amigos hacer juntos el abrazo más grande del mundo, para demostrarle al resto del bosque cuánto afecto podían dar. Hojita, Brotecito, Ramita, Palito y Semillita aceptaron emocionados la propuesta de Grandote. Comenzaron a abrazarse fuertemente, uniendo sus ramas, tallos y hojas en un abrazo gigante.

Pronto, otros seres del bosque se acercaron curiosos a ver qué estaban haciendo. Al ver el hermoso gesto de afecto, los demás seres del bosque se conmovieron y se unieron al abrazo.

El abrazo se hizo cada vez más grande y cálido, envolviendo a todo el bosque en un sentimiento de amor y unión. Desde ese día, el abrazo más grande del mundo se convirtió en una tradición en el bosque de hojas verdes.

Todos los seres del bosque, grandes y pequeños, se abrazaban con cariño y afecto, recordando el precioso mensaje de unión que Grandote y sus amigos les habían enseñado.

Y así, el bosque se llenó de amor y alegría, gracias al maravilloso afecto que nació de 5 hojas unidas en un abrazo sin igual.