El abuelito perdido
En lo más profundo del bosque vivía un abuelito llamado Don Manuel. Siempre iba de aquí para allá, con una sonrisa en el rostro y un sombrero en la cabeza, fue conocido por todos como el mejor contador de historias.
Un día, mientras paseaba por el bosque, Don Manuel se perdió. Su esposa, la abuelita Clara, llamó a su nieto Martín para pedirle ayuda. Martín, preocupado, se puso en marcha rápidamente.
- Abuelita, no te preocupes, encontraré al abuelito, prometió Martín. La noche cayó y no había rastro de Don Manuel. Martín buscó con valentía, con la ayuda de su linterna y su perro fiel. De repente, en el silencio de la noche, Martín escuchó un suave murmullo.
Se agachó y vio cuando el abuelito Don Manuel movía las manos débilmente. Corrió hacia él y lo abrazó, llorando de alivio. - Abuelito, ¿cómo te perdiste? preguntó Martín.
Don Manuel, con una sonrisa débil, dijo: - Me distraje contando historias y me alejé del camino. Martín llevó a Don Manuel de regreso a casa, donde toda la familia lo esperaba con alegría. Desde ese día, Don Manuel prometió contar sus historias solo cerca del hogar, para no perderse de nuevo.
Y así, la familia aprendió que la memoria y la atención son importantes, pero que también es vital saber pedir ayuda cuando la necesitas.
Siempre recordaron esa noche como un recordatorio del valor de la familia y la importancia de cuidar a los mayores.
FIN.