El Adiós de la Maestra María Amelia



Era un día soleado en el NENI 2025. Los estudiantes de 5 años, llenos de energía, jugaban en el patio mientras la maestra María Amelia organizaba una sorpresita para despedir a sus queridos alumnos. La maestra era conocida por su cariño y dedicación, siempre estaba ahí para escuchar las risas y las inquietudes de sus pequeños.

Ese día, María Amelia decidió que era momento de hacer una fiesta especial para sus alumnos, quienes pronto se graduarían y se irían a la primaria.

"Chicos, hoy es un día muy especial. ¡Vamos a celebrar juntos todo lo que aprendimos este año!" - dijo María Amelia con una gran sonrisa.

Los niños brincaron de alegría y se mezclaron en un bullicio de risas y emoción. Habían preparado muchas cosas: colocaron globos de colores, hicieron dibujos que las mamás y papás se llevarían a casa como recuerdo y hasta prepararon una merienda rica.

"Maestra, ¿podemos cantar una canción?" - preguntó Lucía, levantando su mano emocionada.

"¡Claro que sí!" - respondió María Amelia. "Cantar es una manera hermosa de expresar lo que sentimos."

Así que todos juntos, con sus voces infantiles, comenzaron a entonar una canción sobre la amistad. En ese momento, algo inesperado sucedió. Las mariposas empezaron a volar alrededor de ellos y parecía que la naturaleza se sumaba a la fiesta.

"Miren, ¡las mariposas nos acompañan!" - exclamó Joaquín, señalando al cielo.

María Amelia se emocionó. Sabía que esos pequeños instantes son los que quedarán grabados en sus corazones. Al finalizar la canción, se sentaron en círculo y la maestra comenzó a hablarles.

"Queridos chicos, ha sido un año increíble junto a ustedes. Aprendimos a sumar y restar, a contar historias y a compartir. Pero, sobre todo, aprendimos a ser amigos y a cuidar el uno del otro. Cada uno de ustedes tiene un brillo especial, y aunque se vayan a la primaria, quiero que recuerden siempre lo valiosos que son. Siempre llevando en sus corazones lo que vivimos juntos aquí."

Y así, María Amelia les entregó a cada uno un pequeño libro que ella misma había hecho donde plasmó los momentos más lindos del año: fotos, dibujos y mensajitos de cada niño. Los pequeños se conmovieron.

"¡Este libro es hermoso, maestra!" - dijo Valentina con un brillo en los ojos.

"Gracias, maestra, siempre los recordaré a todos ustedes" - añadió Mateo, con un gesto de nostalgia.

De repente, mientras cada niño le expresaba su gratitud, la maestra se dio cuenta de que había algo más que decir.

"Chicos, cuando crean que extrañan el jardín, recuerden que llevan un pedacito de este lugar y de mí en su corazón. Todos ustedes son como mariposas que están a punto de volar hacia nuevas aventuras. No tengan miedo, siempre pueden volver a visitarme. Y recuerden que el amor y la amistad son las cosas más importantes en la vida."

Los niños estaban emocionados. Una carga de alegría y tristeza invadía sus caras.

"Maestra, ¡prometemos volver a visitarte!" - gritaron al unísono.

María Amelia sonrió y se volvió hacia ellos.

"Entonces, ¡a volar, mariposas! Vamos a hacer de las aventuras de cada uno algo increíble. Siempre, siempre, con amor."

Y así, comenzó un nuevo capítulo en la vida de cada pequeño, con el dulce recuerdo de su maestra y la certeza de que aunque sus caminos se separaran, siempre llevarían consigo el amor que allí habían compartido.

El sol se puso en el cielo, y las risas se escucharon en todo el barrio mientras los niños se alejaban, llenos de nuevas esperanzas. Sin dudas, los momentos vividos en el NENI 2025 seguirían brillando en sus corazones.

FIN.

Dirección del Cuentito copiada!