El Agua Cristalina de los Deseos
Había una vez en un pequeño pueblo llamado Villa Esperanza, un par de hermanos llamados Juan y María. Un día, mientras exploraban el bosque cerca de su casa, encontraron una misteriosa fuente de agua cristalina.
Al acercarse, vieron un pequeño cartel que decía: "Agua de los Deseos". Sin pensarlo dos veces, ambos decidieron tomar un trago. Al instante, apareció un hada que les advirtió: "Esta agua concede un deseo a cambio de algo muy valioso para ustedes".
Emocionados, los hermanos pidieron un deseo cada uno. Juan deseó tener un poder mágico, mientras que María deseó ser la mejor jugadora de fútbol. El hada sonrió y desapareció.
Desde ese día, Juan descubrió que podía controlar la naturaleza, y María se convirtió en la estrella del equipo de fútbol de la escuela. Todo parecía perfecto, hasta que un día, un monstruo comenzó a atacar el pueblo.
Juan decidió usar su poder para detenerlo, pero el monstruo lo atrapó y lo arrastró hacia un abismo interminable. María, desesperada, corrió a la fuente del deseo y pidió ayuda para salvar a su hermano. El hada reapareció y le dijo: "Para salvar a tu hermano, debes renunciar a tu habilidad para jugar fútbol".
María no lo dudó y aceptó el trueque. Con ese sacrificio, el hada le otorgó la fuerza necesaria para derrotar al monstruo y rescatar a su hermano.
A partir de ese momento, ambos entendieron que los deseos pueden tener un alto costo, pero que el amor y la valentía pueden superar cualquier desafío. Juntos, se comprometieron a usar sus dones para ayudar a los demás y agradecieron a la vida por cada día que les permitía estar juntos.
FIN.