El águila que quería alcanzar las nubes
En lo más alto de la cordillera vivía un hermoso águila llamada Aurora. Ella soñaba con volar tan alto que pudiera tocar las nubes con sus alas.
Pero todos los demás animales se burlaban de su deseo, ya que decían que era imposible. Un día, Aurora decidió emprender un viaje para conocer al sabio de la montaña y pedirle consejo. En su camino, se encontró con un amigable zorro llamado Mateo. -
¿A dónde te diriges, amiga águila? -preguntó el zorro.
- Voy en busca del sabio de la montaña para pedirle consejo sobre cómo llegar tan alto como las nubes -respondió Aurora. Intrigado por la valentía de la águila, Mateo decidió acompañarla en su viaje.
Juntos, enfrentaron numerosos desafíos y ayudaron a otros animales necesitados en el camino. Finalmente, llegaron al santuario del sabio de la montaña. El sabio les recibió amablemente y escuchó el deseo de Aurora.
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Querer tocar las nubes es un sueño hermoso, pero no es posible para un águila como tú -dijo el sabio. Triste, Aurora agradeció al sabio y se preparó para partir de regreso a su hogar. Pero Mateo, con su astucia, le recordó que los sueños pueden ser alcanzados de formas inesperadas.
Inspirada por las palabras del zorro, Aurora recordó que en las alturas de la montaña había un viento mágico que podía elevarla más allá de lo que creía posible.
Regresó con determinación y, con la ayuda de Mateo, encontró el viento mágico. Con todas sus fuerzas, voló hacia la cima, y sorprendentemente, logró tocar las nubes con sus alas.
Desde entonces, Aurora enseñó a todos los animales que los sueños pueden realizarse si se tiene fe y determinación, y que siempre hay formas de alcanzar las metas, por más imposibles que parezcan.
FIN.